Desde hace 115 años, industrias contaminan el mar veracruzano

Desde 1906, la industria, la explotación y refinación del petróleo y el uso de pesticidas infestaron aguas del Golfo de México con metales altamente contaminantes, revela una investigación del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La postulante del posgrado en Ciencias del Mar, Brenda Berenice Martínez Villa, compara la contaminación de las aguas en dos puntos de observación: la región “norte” en el litoral costero del golfo de Estados Unidos y la región “sur”, que incluye Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche.

Con el título “Contaminación por Elementos Potencialmente Tóxicos (plata, cadmio, cromo, cobre, mercurio, níquel, plomo, vanadio y zinc) como indicadores del cambio global en registros sedimentarios costeros del Golfo de México”, Martínez Villa recolecta datos de mediciones de metales contaminantes en regiones vinculadas a la actividad industrial en el litoral del Golfo.



En tales registros, la investigadora advierte de concentraciones por encima de su nivel umbral de efecto (threshold effects level, TEL) y en donde se prevén efectos ocasionales sobre la biota (flora y fauna); e igual se alcanzaron mediciones sobre el nivel probable de efectos (probable effects level, PEL), esto es, se prevén efectos tóxicos en los seres vivos.

La investigación de la tesista refiere que existen 46 puntos donde las concentraciones rebasan los niveles umbrales de cadmio, cromo, cobre, mercurio, níquel y zinc en los cuatro estados del Golfo.


En el caso del mercurio (Hg), este metal se encuentra casi al ras de la superficie en la costa de Coatzacoalcos y en donde la investigadora lo asocia a la actividad de la industria derivada del petróleo a partir de 1906 con la primera refinería y con las petroquímicas de Pajaritos en 1967, Cosoleacaque en 1971 y La Cangrejera en 1980.



De hecho, fue en 1999 cuando se alcanzó el mayor nivel de concentración de mercurio en aquella zona con dos veces más por encima del nivel umbral de efectos.

“Las altas concentraciones de Hg (mercurio) se han atribuido al vertido de residuos industriales y urbanos no tratados que son liberados al río, así como descargas ex-profeso y accidentes recurrentes por derrames de hidrocarburos, sin embargo, la mayor parte de estos valores son debido al cambio de uso de suelo, generado para la urbanización y construcción de las petroquímicas, lo que ha tenido como consecuencia la erosión y escorrentía (escurrimiento) de los suelos contaminados hacia el medio acuático”.

Venenos por Laguna Verde y pesticidas



En la vertiente del Golfo, la investigadora localizó 16 puntos de concentración de cobre (Cu) y una de éstas en Laguna Salada, Veracruz; la concentración es cinco veces mayor al nivel umbral de efectos (TEL).

Si bien este cobre puede provenir de las aguas de refrigeración de Laguna Verde, la mayor medición proviene de 1958, esto es, la contaminación puede provenir de la actividad minera o de la sobreexplotación agrícola con pesticidas y químicos.

Martínez Villa añadió que la laxa legislación en materia ambiental propició una omisión de abordar los problemas de contaminación.



“Los avances de las leyes mexicanas han sido más lentos que en otras naciones. Las primeras legislaciones dejaban la responsabilidad en dependencias que no fueron creadas para temas ambientales, por lo que en muchos casos omitían el tema de la contaminación para atender otras necesidades” puntualiza.

Advierte que si bien la región sur observa una reducción de metales pesados en el agua, ésta sólo se refiere al cadmio, cromo y vanadio; y en el caso del plomo (Pb), ésta va al alza.