Diversas palomas que habitan en el Parque Juárez han sido observadas con protuberancias visibles en la cabeza, lo cual ha causado alarma entre ciudadanos y especialistas. De acuerdo con el biólogo Jaime López Muñoz, estos signos podrían deberse a viruela aviar o a la presencia de parásitos, enfermedades que podrían representar un riesgo tanto para otras aves como para los humanos.
“Un ecosistema urbano como Xalapa podemos considerar las palomas como un factor de algunas enfermedades. Tales como la histoplasmosis, criptococosis, sitacosis y salmonelosis”, explicó López Muñoz. “Todas estas enfermedades tienen algo en común: su forma de contagio, en su mayoría, es por las heces de las aves. Estas, al secarse, se vuelven polvo, y eventualmente podrían ser algo que respiremos o consumamos”, agregó.
Esta situación no es nueva. Hace algunos años, el Ayuntamiento de Xalapa emitió un comunicado en el que advertía sobre los problemas ambientales y de salud derivados de la proliferación de palomas en espacios públicos. Sin embargo, el mensaje fue retirado ante las críticas y reacciones negativas que generó en redes sociales.
Pese a ello, especialistas insisten en que, aunque estas enfermedades no suelen afectar gravemente a personas sanas, sí representan un riesgo considerable para quienes tienen el sistema inmunológico comprometido.
Entre las principales recomendaciones están evitar alimentar a las palomas, no exponerse directamente a sus heces y mantener distancia de aves con signos visibles de enfermedad.
El estado de salud de las palomas y su cercanía con la población continúa siendo un tema de preocupación, especialmente en espacios concurridos como el Parque Juárez, donde la interacción entre personas y aves es constante.