Deuda pública al 2010, por financiamiento y pago a proveedores: $35 mil 396.4 mdp

La deuda pública de Veracruz a finales de 2010 era de 35 mil 396.4 millones de pesos, de los cuales 19 mil 196.4 millones de pesos corresponden a obligaciones financieras integradas por el financiamiento bancario directo y las emisiones bursátiles, y 16 mil 200 millones de pesos por concepto de pasivos circulantes a proveedores, contratistas, prestadores de servicios y otros.

Y la calificación asignada a la entidad por las empresas especializadas, se redujo dos escalones el año anterior, como respuesta a un debilitamiento en el desempeño presupuestal.

Por esa razón, una consecuencia de ello es que el costo por renovar o contratar más deuda en el futuro pudiera aumentar para el Gobierno del Estado.

Además, se propone una reestructuración integral que atienda cabalmente el financiamiento de los esquemas de pensiones, porque tanto en la UV como en el IPE, las aportaciones de los trabajadores activos resultan insuficientes para cubrir el valor esperado de las pensiones de los trabajadores retirados.

Lo anterior se plasma en el Plan Veracruzano de Desarrollo 2011/2016, en el capítulo de Finanzas Públicas Orientadas al Desarrollo, mismo que será analizado este viernes por el pleno legislativo en sesión extraordinaria.

En el documento también se manifiestan los pasivos laborales contingentes de la Universidad Veracruzana y el Instituto de Pensiones del Estado.

En ambas instituciones (según el PVD) las aportaciones de los trabajadores activos resultan insuficientes para cubrir el valor esperado de las pensiones de los trabajadores retirados.

En el caso del IPE, el pago de prestaciones aumentó más de 120 por ciento real en los últimos 10 años, y se anticipa un crecimiento más acelerado en los próximos años.

Mientras que en la UV, el déficit actuarial ascendió a dos mil 111 millones de pesos en 2009; por lo que la situación de los pasivos laborales contingentes amerita una reestructuración integral que atienda cabalmente el financiamiento de los esquemas de pensiones.

También se asienta que la consolidación de las finanzas enfrenta retos muy complejos, derivados tanto de la coyuntura como de aspectos estructurales que se han agravado en el transcurso del tiempo.

Entre los aspectos estructurales se mencionan los desastres naturales que obligaron al Estado a aplicar recursos de programas estatales para apoyar a la población.

Y en los aspectos estructurales se reconoce la dependencia de recursos financieros provenientes de la Federación, mismos que se han visto afectados por la crisis financiera internacional.

Y por si fuera poca la estrecha base tributaria que caracteriza al régimen tributario local, ha debilitado la capacidad del Gobierno del Estado para generar ingresos suficientes y financiar adecuadamente los programas gubernamentales.

Asimismo se observa que el gasto público mantiene una fuerte inercia con tendencia creciente, principalmente en el rubro de gasto corriente, lo que ha propiciado el aumento de los pasivos.

Por esa razón, una de las principales políticas de la actual administración estatal es contar con finanzas públicas sólidas y ordenadas, como un medio para promover la inversión productiva de la entidad y, derivado del círculo virtuoso que ésta genera, contribuya a alcanzar el cumplimiento de las metas en materia de bienestar social, sentar las bases firmes para generar el desarrollo y la prosperidad de la entidad y, a su vez, atender las necesidades de corto plazo en materia de reconstrucción.

Así también se destaca el Plan de Ajuste Fiscal 2011, que permitirá fortalecer el programa del ejercicio fiscal de este año, por la vía de una racionalización y control del gasto, se estima un impacto de 6 mil millones de pesos; y con medidas de ingresos, que se anticipa generen 4 mil millones de pesos en este año.

El Gobierno de Veracruz pretende recuperar en el corto plazo el orden de las finanzas públicas estatales; construir finanzas públicas que den sustento a un desarrollo económico acelerado; promover la inversión de alta rentabilidad, tanto con recursos públicos como privados y consolidar las finanzas públicas estatales para dar certidumbre a futuras generaciones y a inversionistas privados.

Asimismo se establece en el PVD que, para consolidar un modelo de Gobierno que opere y sea eficiente, se requiere de una administración pública que procure alcanzar la visión de un mejor Veracruz.

Y en ese contexto de renovación institucional, se debe contar con un órgano de control que asuma el liderazgo y desempeñe un papel protagónico en la evaluación de las políticas públicas y los programas que se deriven del PVD.

Un órgano que actúe con todo el peso de sus atribuciones, de manera eficaz y oportuna, para prevenir y, en su caso, sancionar las conductas irregulares de los servidores públicos.

La administración pública estatal enfrenta la urgente necesidad de renovarse para las cerrar posibilidades a la discrecionalidad de los servidores públicos, que propicia desorden, corrupción e impunidad; afecta al Estado de Derecho e impacta negativamente la percepción ciudadana sobre el Gobierno y sus instituciones.