Ante las manifestaciones recientes de trabajadores del sector salud en la capital del país y quejas de pacientes en la región, el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, hizo un llamado a atender de manera prioritaria las deficiencias en el sistema de salud, especialmente en comunidades marginadas.
El sacerdote subrayó que las carencias señaladas tanto por ciudadanos como por personal médico reflejan una realidad que no puede ser ignorada.
Hay hospitales y centros de salud donde hacen falta medicamentos, equipo o incluso condiciones básicas para trabajar. Esta situación debe ser atendida con urgencia, expresó.
Enríquez Báez recordó que el acceso a la salud es un derecho establecido en la Constitución, y por lo tanto no debe quedar sólo en el discurso, sino traducirse en acciones concretas y permanentes.
Agregó que la respuesta institucional debe ser sensible, reconociendo y atendiendo las demandas en lugar de descalificarlas.
La población, especialmente la que vive en zonas con mayor rezago, merece servicios de salud dignos que les permitan prevenir enfermedades y acceder a tratamientos oportunos.
Muchas muertes pueden evitarse si se garantiza esta atención, añadió.
Finalmente, reiteró la necesidad de un compromiso real por parte de las autoridades para asegurar que la salud pública funcione como un derecho y no como un privilegio.