Diócesis de Orizaba sigue peleando por la propiedad de la “Casa de la Cristiandad”

El problema entre la Diócesis de Orizaba y particulares por el predio de la denominada “Casa de la Cristiandad” continúa. La iglesia hace el llamado para que en esta época de Semana Santa que iniciará con el miércoles de ceniza, queden atrás los conflictos. El exhorto en específico es para el empresario Juan Vega López.

“No hablamos que pertenece la casa a algún católico, a Don Marcelino o alguien más. Don Juan Vega ha hecho esto, yo le pido a Dios por él, y que todo trabajo que ha hecho durante tanto tiempo en cursillos, lo haga pensar en este época de cuaresma para que el problema se resuelva” afirmó el vocero de la Diócesis, padre Marcos Palacios.

El problema inició cuando Vega, quien por muchos años fue el administrador, no quiso entregar este edificio al prelado, argumentando que es de su propiedad. Y así comenzó el proceso legal. Por ahora, ésta se sigue utilizando por parte de las personas en conflicto; la ocupan para hacer diversos encuentros en donde un sacerdote de Papantla efectúa las liturgias, a pesar de que con esto violentan las reglas de la institución religiosa.

“Lo ocupaban bajo desobediencia, porque el Obispo pidió que no se ocupe, pero lo siguen haciendo, han traído a un sacerdote de Papantla, pero se está brincando la autoridad del Obispo, porque cuando llegan debe decirle al párroco de la ciudad y decir que viene a prestar algún servicio a la comunidad, pero no lo ha hecho”.

Incluso estas actividades que se efectúan en la Casa de la Cristiandad, ya no son dirigidas por la Diócesis de Orizaba, sino por quienes desde hace algunos años han tenido el poder de esta y ahora la pelean, lo cual para la iglesia se ha convertido en reuniones de “una sectita”.

El sacerdote Palacios explicó que quien adquirió el lugar fue el patronato en el cual Vega no era presidente. Este sitio se compró para cursillos de la cristiandad, movimiento familiar cristiano y se le confió al empresario para que fuera el administrador “estamos a tiempo de reaccionar, porque cuando hay gente que no quiere a la iglesia, dice que se vea lo que está sucediendo. Estamos por iniciar la cuaresma, el momento en que la gente está muy sensible a acercarse a Dios y viendo esto pues ya no le dan ganas, pero estas cosas no es Dios ni la iglesia, sino de unas cuantas personas”.