Director del Sistema Portuario Veracruzano, Carlos Torres, llevó apoyos a Poza Rica

En las colonias Las Granjas e Ignacio de la Llave, 2 de las zonas más afectadas por las recientes inundaciones en Poza Rica, decenas de familias continúan enfrentando graves pérdidas materiales y la lenta recuperación de sus viviendas, muchas de las cuales quedaron inhabitables tras el desbordamiento del río Cazones.

Aunque las brigadas de auxilio han seguido llegando con alimentos, ropa y artículos de limpieza, habitantes de la zona reconocen que la ayuda aún es insuficiente y que se requiere mayor coordinación entre sociedad y Gobierno para atender las necesidades más urgentes. Durante una jornada de entrega de alimentos, encabezada por el director del Sistema Portuario Veracruzano, Carlos Torres Ramírez, se repartieron comidas calientes en ambas colonias.

Esta acción forma parte de un programa de apoyo que el funcionario impulsa mediante la donación de 3 meses de su salario, destinados a familias damnificadas. Torres Ramírez destacó la resiliencia y fortaleza de la población, pero también hizo un llamado a sumar esfuerzos desde todos los sectores, tanto públicos como privados, para sostener la ayuda en el tiempo. “Cada recorrido nos muestra el dolor, pero también la esperanza de la gente. En Poza Rica hay unión, pero hace falta que más personas, empresas y servidores públicos se sumen. Nadie puede quedar indiferente”, expresó.

La “Brigada de Amigos”, que opera bajo el lema “Todos somos Veracruz, fuerza Poza Rica”, ha visitado en semanas recientes distintas colonias afectadas, llevando despensas, artículos de limpieza y alimentos. No obstante, los organizadores reconocen que el apoyo debe multiplicarse, pues muchas familias aún carecen de recursos básicos para reconstruir sus hogares.

El llamado se extiende a funcionarios estatales, empresarios y ciudadanos que estén en posibilidad de contribuir, ya sea con víveres, materiales o aportaciones económicas. En palabras de los voluntarios, la reconstrucción de Poza Rica requiere empatía, compromiso y presencia constante, más allá de los primeros días de la emergencia.