"No es justa esta situación, mi hija me estaba haciendo mi diálisis cuando comencé a sentir que el agua me mojaba los pies y de repente me llegó a las rodillas, quise correr porque sabía que era una inundación pero… estoy ciega".
Carmen Balseca, una mujer no mayor a los 50 años, habitante del Fraccionamiento San José; hoy volvió a vivir la pesadilla y desesperación que durante dos años han tenido que soportar.
Ella es una mujer que sobrevive con diálisis, además está ciega, ambos padecimientos son a consecuencia de la diabetes; es madre de familia, vive sólo con su hija de 20 años, quien de manera recurrente le hace la limpieza propia de este proceso, sin embargo hoy al estarla curando, la inundación les ganó y tuvieron que salir a la mitad del procedimiento, poniendo en riesgo su higiene y salud.
La mujer, quien narró con lágrimas en los ojos, y en su rostro se observaban gestos de angustia y desesperación, dijo que su hija fue quien la ayudó a salir, pues por su ceguera no se vale ya por sí misma.
Sentada en una silla que le prestaron en la casa de sus vecinos, explicó que sintió desesperación desde anoche ya que presentía que hoy la inundación sería severa, "no dormimos anoche pues nos inundamos, además tenemos miedo que nos pase algo, pero ahorita que me estaban haciendo mi diálisis, me tuve que salir a la mitad, porque ya no nos daba tiempo".
Con incertidumbre y con ánimos de perder la fe, pidió que tanto el alcalde Juan Manuel Diez Francos, como las autoridades del gobierno estatal, pongan atención, pero más que palabras den soluciones a este problema que data desde hace dos años,
Carmen como muchas otras personas, lloran y lamentan esta situación, pues en cada inundación pierden algo de lo poco o mucho que poseen.