Sr. Director
A través de su medio quiero expresar mi inconformidad por el oficio emitido por el gobernador del estado Fidel Herrera Beltrán donde se le pide a las escuelas realizar junto con padres de Familia diversas actividades tales como boteo, kermeses, concursos, donaciones, entre otras, a fin de recaudar dinero y aportar al Teletón.
Si bien es cierto que la acción parece altruista, en realidad encubre un gran negocio publicitario por parte de Televisa y la evasión de impuestos de las empresas que participan.
Me parece inaudito que las empresas más ricas del país les pidan a los más pobres que organicen eventos para juntar dinero y que ellas puedan evadir impuestos con el dinero del pueblo. Ya de por sí las grandes empresas viven un paraíso fiscal, se les cobra menos, se les condonan impuestos, se agrupan para pagar como una sola empresa, entre otras más artimañas que utilizan.
Las empresas con el Teletón lo único que hacen es debilitar al estado, pues son impuestos que no ingresan al erario y que se podrían utilizar para cubrir muchas otras necesidades, incluso para construir centros de rehabilitación que puedan dar una clara rendición de cuentas, no como pasa actualmente.
Yo trabajo en una comunidad rural, la gente a veces no tiene ni para comer, ni para vivir bien, ni cubrir sus necesidades básicas. Es triste ver a los niños desnutridos, sin zapatos, enfermos y viviendo una pésima infancia, por lo tanto me parece grosero, desconsiderado e inmoral que se les pida que trabajen para darles dinero a los más ricos.
Si los ricos quieren ser altruistas, que hagan los centros con su propio dinero, no que por el contrario, resulta para ellos un gran negocio, se ahorran un dineral en impuestos con dinero ajeno y todavía salen ganando. Eso sólo pasa en este país y pasa porque lo permitimos.
Mejor pidamos que esas empresas paguen sus impuestos para no tener que hacer rifas ni kermeses para construir centros de rehabilitación que tendría que estar construyendo el estado con dinero del erario.
Esta percepción no sólo es mía, es de mucha gente, muchos compañeros, sólo que la mayoría estamos acostumbrados a aceptar todo sin opinar ante las autoridades.
Gracias por su atención y la oportunidad del espacio.
Nancy Alejandra Ortiz Ochoa, Educadora rural y socióloga