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Sección: Estado de Veracruz

El culto a los muertos, una tradición milenaria en Amatlán

Expresan con representaciones de catrinas cómo sus antepasados velaban a sus difuntos

Benito Ju?rez Ram?rez Amatl?n de Los Reyes, Ver. 31/10/2015

alcalorpolitico.com


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Desde sus ancestros, el pueblo de Amatlán -Cuna de Córdoba-, tiene una forma muy especial de atender a sus muertos.

Hoy, con la modernización y la magia de las artes plásticas, expresan con representaciones de catrinas cómo sus antepasados velaban a sus difuntos.

Luis Ángel Sánchez Vargas, director de Casa de Cultura en Amatlán de Los Reyes, expresó cómo este pueblo lucha por conservar sus tradiciones y cultura, por lo que presentaron una exposición que a través de un cuadro pintoresco muestran cómo sus antepasados velaban a sus difuntos.



De acuerdo a la historia que les platicaron sus abuelos y que se ha ido difundiendo de generación en generación y que hasta los años 60 y 70, todavía realizaban sus rituales cuando fallecía un ser querido.

Para eso, cuentan que sus difuntos en este pueblo no usaban la caja o ataúd, sino que los ponían sobre una mesa y sobre esa mesa un petate donde colocaban al difunto.

Pero además, le ponían unos enseres, que en lengua Náhuatl le llaman Hipalehualokan, que son las ayudas que va a utilizar el alma del difunto para poder llegar “hasta nuestro Padre eterno”.



Estos enseres que les ponían en sus manos, es una vara de espinas, que era para que se defendiera de los demonios, porque según los abuelos, estos demonios pudieran acechar el alma del difunto.

Llevaba también una cruz de romero y de palma bendita, porque esto sería para alejar al maligno; también una cera bendita para alumbrarse durante su camino.

Le ponían un calabacito con agua de río, porque dice que de acuerdo a sus usos y costumbres, los arroyos de este pueblo nunca se han secado y el agua en este calabazo nunca se va a secar y eso le va permitir al difunto poder mitigar su sed en ese largo camino, hasta llegar al Señor.



Agregó que a sus difuntos también les ponían siete tortillas con sal y manteca para que tenga para que se alimente en su largo andar; le ponían unos huaraches de cartón, para que en ese camino de espinas, no se lastime sus pies, según sus antepasados.

En su cabeza le ponían una corona de flores, que representa lo que él hizo aquí en la tierra, y que prácticamente será la llave para poder hablar con el Padre eterno y que entregará cuentas a través de esa corona.

Las veladoras y flores, es lo que tradicionalmente les llevaba la gente, que hasta le fecha se sigue con esta tradición.



Las ofrendas, lo más atractivo de estas fechas

Para recibir a sus muertos, la gente según su tradición, no puede faltar la flor de cempasúchil, "moco de pavo", que es con lo que adornarán las ofrendas de sus muertos.

Luego viene lo mejor, la comida. Aquí el mole, que ellos le llamaban el Mixquimole, que es el mole blanco, elaborado a base de maíz y se condimenta con yerba santa o acuyo y presas de pollo.



Nuestros ancestros, dijo el Director de Casa de Cultura, se acompañaban con las vísceras de los guajolotes o con las vísceras del pollo.

Además, esta ofrenda va surtida con tamales de maíz que sólo llevaban sal y manteca, tamales de semilla de quelite, tamales de semilla de chile, tortillas hechas a mano.

Hoy van acompañadas de tamales de frijol, tamales rancheros, dulce de calabaza, chayotes hervidos, la fruta de la hilama y una infinidad de atoles; donde el pueblo en general se prepara para recibir el alma de sus difuntos “y donde usted vaya, le van a invitar un plato de mole”.



Esto es la tradición del pueblo de Amatlán, un pueblo lleno de historia y tradición, del que dijo Luis Ángel Sánchez Vargas, trabajan fuerte para que Amatlán alcance el reconocimiento de “Pueblo Mágico”, porque asegura que cuenta con todo para lograrlo y atraer al turismo nacional.