El estilo personal de gobernar - Daniel Cosío Villegas

En este estudio, se analizan los tres primeros años de la presidencia de Luis Echeverría Álvarez.
Era un hombre muy pagado de sí mismo, de sus ideas y de sus propósitos, de modo que cree saberlo todo, y serle innecesario consultar o incluso meditar él mismo.
Se tiene la impresión de que para el presidente hablar es una necesidad fisiológica, cuya satisfacción periódica resulta inaplazable. Tiene desmedido vigor físico, para viajar por la República y para las largas sesiones de trabajo.
La mente del presidente dista de ser clara y su lenguaje le ayuda poco.
Es incapaz de reposar, la prisa con que se mueve, la prisa con que quiere hacer las cosas y la prisa con que quiere que otros lo hagan.
Era tardo para entender el alcance y el sentido de algunas preguntas de los reporteros.
Una declarada claustrofobia lo empuja a buscar compañía y a darla; las visitas que recibe son de 80 a 2000 personas.
Ningún presidente ha insistido tanto en la necesidad de liberarse de la dependencia norteamericana. Ninguno ha denunciadocon tanta reiteración los males que acarrean las empresas multinacionales o la inversión extranjera indiscriminada.
Su carta de los Derechos

Deberes Económicos de los Estados, es una idea justa y necesaria,

de ser aprobada constituiría una victoria para él y para México.
Cárdenas se proponía empujar al país simultáneamente hacia una mayor riqueza y hacia una sociedad más equilibrada; Alemán, a la inversa, pensaba que, creada la riqueza, vendrían por sí solos el progreso social y aun el político.

Gerardo Morales H.

Spota, Luis: “Mitad oscura”; 5ª edición, Editorial Grijalbo S.A., México, 1982, pp. 294