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Sección: Estado de Veracruz

El huipil que nunca fue de La Malinche: Réplica de histórico vestido llega a Xalapa

- Museo de Antropología albergará reproducción de vestimenta indígena que por años se atribuyó a Malintzin

- Pieza original se halló a finales del siglo XIX en mercado de Puebla

- Tras estudios, se comprobó fue elaborado un siglo después de la muerte de La Malinche

Julián Hernández Reyes Xalapa, Ver. 04/09/2024

alcalorpolitico.com


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Con la llegada de la réplica del huipil atribuido a Malintzin, La Malinche, este miércoles en el Museo de Antropología de Xalapa, el investigador Arturo Gómez Martínez, subdirector de Etnografía en la sala Otopame del Museo Nacional de Antropología y cabeza del proyecto para crear la réplica, explicó que desde hace algunos años se determinó que esta prenda en realidad no perteneció a La Malinche. Sin embargo, ello no significa que la pieza pierda su importancia histórica y cultural.

El investigador dio a conocer que la pieza fue hallada por primera vez a finales del siglo XIX, en un mercado de Puebla, donde el huipil terminó en manos del historiador Nicolás León Calderón. En su momento, se creía que esta prenda había sido usada por Malintzin, figura central de la historia de México.

Durante la conferencia titulada “El huipil atribuido a Malintzin: producción intelectual y advenir indígena”, se explicó que el origen de este tesoro arqueológico, tras un profundo análisis científico, se ubica en la región de Puebla-Tlaxcala. Sobre su periodo histórico, estudios con el método del Carbono-14 arrojaron que la pieza data entre los siglos XVII y XVIII.

De acuerdo con Gómez Martínez, fue hasta 1902 que el huipil fue vendido al Museo Nacional de Antropología, en un lote que incluía otras nueve piezas, las cuales se extraviaron a lo largo de la historia. El huipil fue la única pieza que pudo conservarse, hecho que añadió aún más valor a este textil.

Dados los resultados obtenidos sobre la antigüedad del huipil, se descartó que realmente formara parte de la vestimenta de La Malinche, ya que esta mujer, de proporciones míticas, fue asesinada por órdenes de Hernán Cortés más de 100 años antes.

No obstante, la prenda hallada conserva en su manufactura, entre hilos y colorantes endémicos, un conjunto de rasgos únicos que reflejan la identidad y los simbolismos nahuas de la época. La cultura que producía estos textiles no distaba mucho de los tiempos de Malitzin, pues el huipil refleja conocimientos indígenas que las mujeres de la época utilizaban para crear su vestimenta.

Se trata de un huipil hecho de tres lienzos con materiales de algodón y decorado con diversos hilos, como lana, seda y un hilo emplumado. La pieza está teñida con colorantes obtenidos por civilizaciones del pasado, como caracol púrpura y grana cochinilla. De todos los materiales utilizados, el más destacado, y el que inicialmente llevó a pensar que la prenda pertenecía a La Malinche, fue el hilo emplumado, un material que, según crónicas y códices, formaba parte de la ornamentación de esta figura histórica.

Por toda su historia e investigaciones, este huipil ha adquirido gran relevancia para las ciencias sociales y humanidades, así como para la sociedad mexicana, que cada vez más se interesa en la vida de quienes nos precedieron.

Por ello, destacó Arturo Gómez, desde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se encomendó al investigador y a su equipo la misión de reproducir una réplica exacta de este vestigio histórico. Esta titánica labor implicó revivir los materiales y las técnicas de épocas antiguas.

Este proyecto multidisciplinario, explicó el conferencista, involucró a diferentes especialistas y conocimientos ancestrales para recrear las técnicas empleadas en la manufactura del huipil. A lo largo de varios meses, el trabajo de campo consistió en identificar las plantas, pigmentos y telas que los nahuas de siglos atrás utilizaron. Así, se lograron obtener materiales coloniales como algodón blanco, algodón café, lana, seda y otros materiales mesoamericanos que permitieron la creación de una réplica exacta de la pieza original.

Con esta réplica, que desde hoy se suma al acervo del Museo de Antropología de Xalapa, donde permanecerá algunos meses, se fomenta la conservación del patrimonio cultural de México y de la herencia indígena. Además, esta pieza motiva la investigación de la historia del país, una labor fundamental para la formación de antropólogos y antropólogas.