Sean bienvenidos todos los turistas extranjeros y nacionales que nos están visitando y visitarán durante estas vacaciones de diciembre, las de fin de año y año nuevo.
Así como ya les comenté anteriormente sobre lo que son las tradicionales fiestas llamadas “posadas” y “La Rama” que se llevaron a efecto durante 9 días seguidos desde el día 16 de diciembre hasta el 24 del mismo mes, ahora deseo comentarles sobre el festejo jarocho de cada año que festejamos los veracruzanos el cual será el niércoles 31 de diciembre, lo que es la salida y recorrido de la despedida de “El Viejo”.
La tradición es netamente jarocha, nació en la Ciudad y puerto de Veracruz, siendo su origen un conflicto laboral en el área de las muelles en la terminal marítima. Los trabajadores de dicho lugar se inconformaron con quienes eran los administradores de la Aduana Marítima, ya que se quedaban con todas las mercancías que nadie reclamaba.
La protesta fue encabezada por el líder de los trabajadores Manuel Bovril, quien alentó a sus compañeros para hacer algo para que también ellos fueran tomados en cuenta en la repartición de la mercancía que no era requerida. Bovril encaró a los directivos de la Aduana demandándoles para que les tocara algo, haciendo tanto ruido y escándalo que lo detuvieron y fue llevado a la cárcel.
Sus compañeros decidieron salir a las calles con sartenes y utensilios para recolectar dinero y poder sacar de la cárcel a su líder. La costumbre se mantuvo y desde entonces, cada día 31 de diciembre, los trabajadores portuarios salían a las calles, pero lo hacían vestidos de “Viejitos” acompañados de tambos, latas y demás accesorios.
Lo que motivo hasta la fecha que un grupo de personas, se organizan entre familiares, amigas, amigos, vecinos, jóvenes, adultos, compañeros de estudio o sus “palomillas” o “flotas” salen a las calles a pedir aguinaldo de una forma alegre, como les caracteriza a los jarochos, lo que viene a ser también un atractivo turístico para los turistas nacionales y extranjeros.
El “Viejo” es caracterizado por una persona que se viste con sombrero jarocho, paliacate, ropa vieja, bastón y una cinta con la leyenda del año que esta por terminar (no con las vestimenta del baile de los “Viejitos de Michoacán”) y el cual va acompañado por tambores, latas, panderos, sonajas, guitarras y otros instrumentos musicales, animando durante su recorrido con la canción “Una limosna para este pobre viejo”.
Sean bienvenidos (welcome) todos los turistas que nos visitan y si les es posible, cuando lo vean, denle su aguinaldo a los “viejos”.