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Sección: Estado de Veracruz

El Museo de los Escritores (III)

- Las grandes iniciativas culturales implican capacidad creativa y de convocatoria de alto nivel para la colaboración horizontal y las alianzas

- Una vez que se hacen realidad, deben ser objeto de continuidad y perfección permanentes

- Sólo así es posible lograr obras que trascienden y vivifican la cultura popular

Víctor Arredondo 04/10/2021

alcalorpolitico.com

Una de las iniciativas loables que merece atención especial en la historia de Xalapa es la creación de la actual zona universitaria de la UV, a la mitad de la década de los cincuenta del siglo pasado. En su tiempo, se constituyó en uno de los cuatro proyectos pioneros de esa naturaleza en el país, junto con la construcción de la ciudad universitaria de la UNAM, de la Universidad Autónoma de Nuevo león y del primer campus del Tecnológico de Monterrey. Este proyecto de largo aliento y enorme impacto social se fue consolidando gracias al empeño de magníficos rectores como Aureliano Hernández Palacios y luego Gonzalo Aguirre Beltrán. Gracias a una importante gestión de dos miembros distinguidos de la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material de Xalapa, Justo Fernández López y Miguel Dorantes Mesa, se logró el generoso patrocinio de dos familias cafetaleras de Coatepec quienes donaron, con el aval del gobernador Marco Antonio Muñoz, los privilegiados terrenos donde hoy se asienta la zona universitaria.

Ambos rectores, impulsaron nuevos estudios superiores en la capital veracruzana y en otras ciudades del estado. Al mismo tiempo, supieron relanzar una promoción cultural que regresó el prestigio nacional a la Atenas Veracruzana. Iniciativas como la creación del Departamento de Bellas Artes, la Facultad de Filosofía y Letras, de Arquitectura, del Instituto de Lenguas, la consolidación de la estación de Radio y la toma de las calles con las Jornadas Cervantinas, distinguieron el rectorado de Aureliano Hernández Palacios.

En el caso del rectorado de Gonzalo Aguirre Beltrán, cuya administración duró casi siete años, el inventario de iniciativas universitarias y culturales es interminable. Su prestigio intelectual fue esencial para atraer a Xalapa a grandes pensadores y científicos que la visitaron o se asentaron aquí por largas temporadas para consolidar la formación humanista en la universidad.



La labor editorial de ese entonces, guiada por el gran escritor Xalapeño Sergio Galindo y su distinguido Consejo Editorial fue clave para crear la prestigiada revista La Palabra y el Hombre y para promover escritores que alcanzarían tiempo después notoriedad internacional. Entre otros: Gabriel García Márquez, Juan Carlos Onetti, Álvaro Mutis, José de la Colina, Eraclio Zepeda, Rosario Castellanos, José Revueltas, Emilio Carballido y Sergio Pitol, quien años después tomaría bajo sus manos la dirección editorial de la UV.

Y qué decir de la creación del primer Museo de Antropología, de la imponente Biblioteca Central y de la realización de coloquios y seminarios que, junto con las publicaciones, pusieron a la Universidad Veracruzana en un lugar destacado del mapa académico internacional y de la literatura en lengua española.

La proyección de la UV gracias a la enjundia de rectores célebres y de sus respectivos equipos de trabajo continuó con el liderazgo de Fernando Salmerón Roiz, quien, además de ser una eminencia nacional en filosofía, llegaría a ser Rector General de la Universidad Autónoma Metropolitana. Su iniciativa de reformar los planes de estudio de licenciatura mediante tres ciclos, que se reflejó en la carrera de psicología creada durante su administración al integrar un ciclo básico, el segundo dedicado a la disciplina y el tercero a la especialización, sienta las bases para las reformas curriculares que emprendió después otro destacado rector, el doctor Rafael Velasco Fernández quien incorpora el Año Propedéutico previo a los estudios de licenciatura.



Ambas enmiendas fueron semillas que echaron raíz para que años más tarde se desarrollara el Modelo Integral y Flexible de la UV. La distinguida trayectoria académica del doctor Velasco lo llevaría a conducir las riendas de la ANUIES y de la Subsecretaría de Educación Superior. Durante su gestión, vale la pena resaltar la encomiable labor de Luis Hernández Palacios en las áreas de Difusión Cultural y Extensión Universitaria: impulsa la realización de coloquios literarios con el valioso respaldo de Miguel Galindo y Mario Muñoz, el festival de teatro universitario y la puesta en escena de obras teatrales de primer orden bajo la dirección de Manuel Montoro y escenografías de Billy Barclay tanto en Xalapa como en la ciudad de México, relanza el cine club y el cine trashumante, así como múltiples actividades culturales infantiles en parques, colonias populares, calles y en el Teatro del Estado. Tuve el privilegio de pertenecer a su equipo de trabajo, antes de titularme en mis estudios de licenciatura.

El rectorado de Roberto Bravo Garzón es identificado como el de la gran desconcentración universitaria y promoción cultural. Es la etapa de la ampliación de los campos universitarios en las principales ciudades del estado y de la consolidación de la Orquesta Sinfónica de Xalapa --con el ingreso de excelentes músicos de Europa y América del Norte--, de su Ballet Folklórico, de destacados grupos artísticos como el Tlen Huicani, de grandes proyectos teatrales y de talleres de artes plásticas como el de Fernando Vilchis y Leticia Tarragó. Además, incursiona en la coproducción cinematográfica de alto nivel, se estimula la labor literaria y se procura la presencia teatral de la UV en la capital de país. Todo ello fue configurando un medio idóneo para atraer artistas, intelectuales e investigadores a Xalapa para continuar recreando el prestigio cultural de nuestro estado en lo general y de la Atenas Veracruzana en lo particular.

El rectorado de Salvador Valencia Carmona se distingue por la creación de los centros de idiomas y de las bibliotecas regionales que dan pauta a la operación de una red estatal de bibliotecas.



Y es en el tiempo de Emilio Gidi Villareal en el que se logra la autonomía y la donación del terreno para la construcción del Campus de la Cultura y las Artes, proyecto que se habría de materializar durante la primera administración autónoma. Otros de sus aportes son el inicio de las brigadas universitarias de Servicio Social y un ambicioso proyecto, Junio Musical, que perduraría varios años con ciertos vaivenes. ¿Por qué los sube y baja en la actividad cultural?, les pregunté a fines de 1997 a mis entrañables amigos George Vinaver y Rocío Sagaón. Ellos me respondieron sonriendo: “A Xalapa le urge una crítica de arte de primer nivel, necesitamos elevar nuestros estándares”.


El Museo de los Escritores (II)
El Museo de los Escritores (I)