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Sección: Nacional

El Palacio Negro de Lecumberri ahora Archivo General de la Nación

Guarda entre sus muros a decenas de líderes sociales, estudiantiles, obreros y otros mexicanos de aquel movimiento estudiantil de 1968

Luis Barr?n Tinajero M?xico, DF. 13/10/2010

alcalorpolitico.com

En el marco del 42 aniversario de la noche del 2 de octubre del 1968, en donde en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco murieron decenas de personas de diversas edades, oficios, profesiones y de estados del país, que asistían a un mitin en dicho lugar tras la convocatoria del Consejo General de Huelga que surgió tras la violación de la autonomía universitaria por la entrada del Ejército a ciudad Universitaria en días anteriores.

El llamado Palacio Negro de Lecumberri ahora Archivo General de la Nación, guardó entre sus muros a decenas de líderes sociales, estudiantiles, obreros y otros mexicanos que pedían respeto al gobierno encabezado por Adolfo Díaz Ordaz y con su secretario de Gobernación, Luis Echeverria Álvarez, para la libre expresión y que ahora alberga documentos históricos de México.

Entre sus pasillos, patios y celdas estuvieron cautivos el escritor José Revueltas Sánchez, el muralista David Alfaro Siqueiros, Valentín Campa Salazar, Demetrio Vallejo Martínez, el actual senador Pablo Gómez, Heberto Castillo, Raúl Álvarez Garín, Roberta “La Tita” Avendaño, entre otros cientos de personas que como dice la placa que los enlista: “Del pueblo de México a quienes con sus días, noches y años de cárcel contribuyeron a las libertades democráticas” y la de las mujeres “Del Pueblo de México: A las mujeres quienes con sus días, sus noches y sus años de prisión política en la cárcel de mujeres dieron luz a las libertades democráticas”.

Los forjadores de las actuales libertades y de una mentalidad de defensa de los derechos constitucionales y humanos, que hasta nuestros días siguen exigiendo castigo a los responsables de la matanza en la plaza de Tlatelolco en 1968, noche negra para la historia nacional y para ciento de familias que perdieron seres queridos y amigos.

En uno de sus pasillos se exhibe una obra de David Alfaro Siqueiros que fue usada para una obra de teatro en la penitenciaria. La prisión no los privó de su pensamiento, expresiones, obras de arte y de protesta, marcando de por vida a miles de mexicanos con este hecho vergonzoso y criminal en contra del pueblo.