El reto de Beatriz Paredes es convertir al PRI en un auténtico partido: Zúñiga Martínez

El reto de la nueva dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional “es convertirlo en un auténtico partido, donde estatutariamente funcione (...) y no depender de que alguien con poder lo pueda inducir o conducir”, aseguró Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, ex presidente del Comité Directivo Estatal de este instituto político.

Entrevistado en sus oficinas del Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos, de la que es el Director General, el político xalapeño hace una retrospectiva de la situación que vive el partido que gobernó al país por más de 70 años y que sentó las bases del desarrollo moderno del México actual.

De entrada, califica de interesante y novedoso, “pero estatutario”, el proceso de elección, con la que fue ungida como presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, la tlaxcalteca Beatriz Paredes Rangel, “porque permitió ver como se dirige al partido ahora sin Presidente de la República priísta”, ya que este hecho hizo perder la base fundamental de la esencia del tricolor.

El ex alcalde de Xalapa, ex diputado federal y local destaca que “nos ha faltado asumir el compromiso de convertirlo en una verdadera fuerza política, con todo y cada uno de los ordenamientos que tiene: es extraordinaria su plataforma ideológica, su programa de acción y su esencia, situación que en esta elección se ha permitido observar”.

Zúñiga Martínez refiere que un factor clave en la elección de la dirigencia nacional, efectuada el pasado domingo, se debió a la fortaleza de los Gobernadores.

¿Qué significa todo esto? Se pregunta y dándose él mismo la respuesta, infiere: “Que lo que estamos presenciando es que esta elección tiene su justificación en la intervención directa de los gobernadores de la entidad, lo que significa que tienen que llegar a un acuerdo ellos, para poder nuevamente reencauzar a este partido histórico de la Revolución Mexicana para el desarrollo y progreso del país”.

En lo personal, Zúñiga Martínez espera de la nueva dirigencia nacional, que encabeza Beatriz Paredes Rangel que tenga una nueva mentalidad y piense en fortalecer a este instituto político, porque tal parece que tienen los priístas, los que dirigen el partido, hábitos de apoyar al presidente en turno, sea o no de su partido.

“En este momento el PRI está llamado a ser un partido verdaderamente de oposición, de una oposición racional, inteligente, sensible, que además presente un nuevo proyecto para conducir al país. El PRI tiene que luchar y trabajar para volver a Los Pinos, pero obviamente con toda la experiencia que ha tenido, llegar casi perfeccionado”, añadió.

Sin embargo, admitió que algo que le falta al tricolor, es que muchos de los militantes no han tenido ética, llegan al poder y no respetan los dineros del pueblo, y se enriquecen escandalosamente, vacían a veces las arcas gubernamentales, llámese funcionarios administrativos o alcaldes, hay alcaldes que se llevan mucho dinero y luego andan riéndose y burlándose de la sociedad.

Por tal motivo, insiste en que el PRI debe ser un partido proclive a la aplicación fundamental de la Ley, una sociedad en donde no se respeta la Ley es una sociedad que va a la deriva, por lo que el PRI tiene enormes responsabilidades que atender, añadió.

Respecto de la función que deben asumir los gobernadores para cohesionar al tricolor, destaca que lo importante en estos momentos es mantenerse en el poder. “Ahora el reto de la nueva dirigencia nacional es convertirlo en un auténtico partido, donde estatutariamente funcione”.

En ese tenor, resalta la importancia de ver la operación de los consejos políticos municipales, la sociedad civil, los seccionales, los comités municipales, los consejos políticos; la asambleas municipal, estatal o nacional, dónde están las fuerzas campesinas, dónde están los campesinos, los indígenas, las clases populares, ese es el partido que yo quisiera ver, indica.

“Debe ser partido y no depender de que alguien con poder lo pueda inducir o conducir, el partido debe caminar solo, primero es el programa, son las ideas y luego el poder, llámese gobernadores, presidentes municipales, ese es el partido que soñamos muchos, que tenga independencia, que escoja perfectamente a sus candidatos, que los escoja en base a su popularidad e inteligencia y no en base a complicidades o el pago de facturas”, sentenció.

El político xalapeño consideró como especulaciones, los rumores esparcidos en el sentido de que detrás de la elección de Paredes Rangel estuvo el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y señaló que este tipo de acciones daña la imagen del tricolor, el cual debe de ofrecer esperanza y anhelos, principalmente a los jóvenes.

No obstante, consideró que se vería y muy bien que priístas distinguidos, llámese Carlos Salinas de Gortari o Ernesto Zedillo Ponce de León o el que sea, participará en forma directa y en forma abierta dentro del partido, para que además sintiera la respuesta de aceptación o rechazo de sus propios compañeros.

“Yo no estoy de acuerdo en las soluciones tramadas en la sombra, no estoy de acuerdo en complicidades o en componendas, yo creo que esto debe de ser más abierto y más abierto a la sociedad”, puntualizó.

- ¿Ya se dio la elección de la dirigencia nacional priísta, qué sigue ahora? Se le inquirió.

- Quiero ver si hay capacidad para conducirlo realmente. Quiero ver cuáles son las causas populares que va a abanderar. Quiero verlo, pero fuerte, en el Congreso Federal y en los congresos locales. Quiero verlo muy bien en los Cabildos, porque hay personas que militan en el PRI, llegan al Cabildo, les untan la mano y se callan, eso son vividores de la política y no políticos, respondió por último.