Político con múltiples polémicas
El exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, falleció este viernes, confirmó su hijo Javier Herrera Borunda a través de redes sociales. Herrera Beltrán, conocido popularmente como “El Negro” y “El tío Fide”, fue un político que marcó una época en Veracruz. Tuvo un estilo de Gobierno marcado por el reparto de dinero en efectivo, frases coloquiales y políticas que lo mantuvieron en el centro del escenario político incluso tras dejar la gubernatura.
Se ha sospechado en voz baja su presunta corrupción, desvío de recursos públicos, uso electoral del erario y posibles vínculos con el crimen organizado, además de haber impulsado el proceso de endeudamiento excesivo del Estado.
A pesar de las múltiples acusaciones –como la relación con el empresario Francisco “Pancho” Colorado Cessa, quien fue condenado en Estados Unidos por lavar dinero para Los Zetas– Herrera Beltrán nunca fue sometido a proceso judicial. Recientemente el documental “Cowboys Cartel”, de Apple TV, incluyó imágenes del exgobernador cabalgando con Francisco Colorado y expuso supuestos vínculos con la compra de caballos de carrera utilizados para lavar dinero por Los Zetas.
Ganó 2 veces la lotería
En 2007 y 2009, Herrera Beltrán aseguró haber ganado la Lotería Nacional, con bolsas que sumaron más de 78 millones de pesos. Según su versión, compró una sábana completa de billetes en el Café La Parroquia del puerto de Veracruz y repartió parte de la serie entre empresarios y colaboradores. La suerte del Gobernador levantó sospechas, pero él insistía en que siempre había tenido buena estrella desde joven.
Repartía dinero
Además, era conocido por regalar dinero en efectivo que sacaba directamente de su cartera o de las bolsas del pantalón para dárselo a personas que lo abordaban en giras por el Estado. Herrera Beltrán también tenía como hábito comprar todos los dulces a vendedores ambulantes para repartirlo entre niños. En zonas indígenas o marginadas, entregaba becas y laptops a estudiantes destacados o a quien se acercaba a pedirle ayuda.
Se metía al lodo
Herrera Beltrán igualmente es recordado porque, en momentos de desastre, acudía personalmente a las zonas afectadas, como ocurrió durante las inundaciones por el huracán “Karl” en 2010, cuando Tlacotalpan estuvo anegado durante semanas y él mandó a imprimir lonas en que aparecía con el pantalón arremangado y los zapatos en la mano. En ese desastre natural envió autobuses a Tlacotalpan para evacuar y trasladar al puerto de Veracruz a toda la población que quisiera salir porque había constatado que venía grande la crecida del río Papaloapan.
Aquel episodio quedó marcado por una frase que los pobladores no olvidaron: “¡Los tlacotalpeños no tienen llenadera!”, la cual exclamó frustrado por los interminables reclamos de damnificados que exigían ayuda. Sin embargo, era común verlo con botas de plástico o “enlodándose” en las zonas que resultaban afectadas por fenómenos naturales.
Construcción de puentes
En el discurso oficial, durante su administración Herrera presumía haber construido más de mil 100 puentes en todo el Estado. Sin embargo, diversas obras fueron señaladas por irregularidades técnicas, fallas estructurales o simplemente por no haber sido concluidas, pese a que se reportaron como terminadas.
Endeudamiento y bursatilización
También fue público que impulsó la carrera política de Javier Duarte de Ochoa, su sucesor, quien actualmente cumple una condena por corrupción. A pesar del carisma popular que mantuvo durante su mandato, el sexenio de Fidel Herrera Beltrán cerró con una deuda pública de 33 mil 598.3 millones de pesos, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Fue el punto de partida de un endeudamiento acelerado en la administración pública estatal, que en los años siguientes se incrementó drásticamente, alcanzando los 67 mil millones de pesos en 2016, al término del sexenio de su sucesor, Javier Duarte.
El endeudamiento de Herrera contempló créditos de corto y largo plazo, varios de ellos contratados sin la autorización del Congreso local y con condiciones financieras desfavorables. Destacó también la implementación de la llamada bursatilización, un esquema de financiamiento dirigido a municipios que, hasta la fecha, continúan pagando intereses sin lograr una reducción efectiva en sus pasivos.