Después de que México firmara el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá hace 20 años, el campo mexicano sigue rezagado y con pocas probabilidades de tener un desarrollo productivo.
El tratado no ha permitido “el libre tránsito de productos del campo veracruzano a los países del norte” ya que existen barreras arancelarias que detienen el flujo, algunas de las barreras son por problemas sanitarios que pueden tener los productos que se generan en el estado de Veracruz, así lo aseguró el director de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana, Andrés Rivera Fernández
Los problemas sanitarios y el uso irracional de agroquímicos en sembradíos de jitomate, papa y hortalizas, entre otros, provocan que este tipo de alimentos no pasen los estándares de calidad que exigen en los países del norte, ya que los fertilizantes que se utilizan en el campo dañan severamente la salud humana.
El académico aseguró que los agrónomos, en el Estado, tienen la labor de revisar que los fertilizantes se utilicen de manera correcta y que los recursos naturales no se vean perjudicados por el uso irracional e inconsciente de estos químicos.
Por lo anterior, mencionó que “a veces no hay una necesidad vista desde la perspectiva oficial de los agrónomos, cuando nuestra función es muy importante, porque estamos asociados a la producción de alimentos sanos que están bajo sistemas de producción sustentable”.
Por otra parte, expuso que la aprobación de semillas transgénicas por parte del Gobierno Federal “visto desde una perspectiva ideal, son positivos”, ya que muchos pueden servir como vacunas o como portadores de vitaminas o de proteínas.
Para finalizar, reconoció que las empresas transnacionales no se enfocan en crear semillas que mejoren la calidad de vida de los seres humanos, sino que lo utilizan como una fuente de riqueza y si se ve desde ese punto de vista se puede decir que estos productos son malos “porque no se han creado los transgénicos que necesariamente se necesitan”.