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El Vale regresó con los suyos…. pero muerto

Francisco Sandoval esta vez no llegó para alegrar a su gente, sino para que lo despidieran

Fabi?n Antonio/No? Santiago Hern?ndez J?ltipan, Ver. 15/07/2009

alcalorpolitico.com

En las últimas horas en la calle Cuauhtémoc de la colonia San Cristóbal, nada es igual, “el Vale” regresó con los suyos, del lugar de donde partió a los 18 años de edad, vestido con un traje oscuro, camisa blanca y corbata de rayas, Valentín Sandoval Vidal, hombre a carta cabal, que desde temprana edad supo que lo suyo era la carrera de las armas, sus padres lo sabían, y aceptaron que el menor de los varones sirviera a la patria.

Su arribo no fue motivo de alegría como cuando siempre visitaba a la familia, pues desafortunadamente llego en un ataúd, vestido como héroe, su ataúd color azul lo cubría la bandera nacional y un gallardete de la Policía Federal Preventiva.

Lo recibieron sus padres Francisco Sandoval López y Leandra Vidal Ramos, sus hermanos, familiares, y vecinos. Todo era tristeza, llanto, impotencia, al constatar que Valentín fue víctima del crimen organizado.

La última vez que supieron de él fue precisamente el sábado -a 48 horas de que manos criminales le arrebataran la vida al igual que a sus compañeros.

Llamó por teléfono y lo hizo para felicitar a su hija que egresaba del jardín de niños. Fue una llamada corta, pero sí con gran sentimiento, pues se sentía orgulloso de sus hijos, así que ese día colmó de palabras hermosas a su pequeña.

Fue la última vez que supieron de él, la familia estaba consciente de la labor tan peligrosa que desempeñaba, por eso siempre le pedían a Valentín que se cuidara.

Fue en diciembre la última vez que vino a Jáltipan, acompañado de otros elementos de las fuerzas federales. Solamente tres días pudo convivir con sus seres queridos, tres días que recordarán sus amigos, familiares y conocidos toda la vida, pues Valentín, siempre fue el mismo, nunca cambió, era el gran amigo, el buen vecino, el joven centrado que Jáltipan vio crecer.

En su adolescencia muchos lo recuerdan en las aulas de la escuela secundaria Adolfo López Mateos.

Tenía 35 años y dejó en la orfandad a dos menores de edad, y a muchos paisanos con coraje y gran tristeza. Hoy llegó como todo un héroe, sus compañeros se encargaron de colocar su ataúd en una de las habitaciones de la casa donde dejó varios recuerdos.

Ahí sus familiares y conocidos elevaron oraciones para su eterno descanso, mientras que familias enteras acudían a darle el pésame a la familia y a despedirse de un gran joven jaltipaneco.

Este jueves Valentín será acompañado al camposanto por sus padres, sus cinco hermanos, esposa, hijos, familiares, amigos y conocidos.