La balacera ocurrida la tarde del lunes en la ciudad de Orizaba, puso en evidencia que la población no está preparada para enfrentar este tipo de contingencias que ponen en riesgo la vida.
En lo anterior coincidieron comerciantes y habitantes asentados en calle Sur 15, quienes durante tres horas permanecieron encerrados en locales y viviendas.
"No sabíamos qué hacer, y si las paredes eran seguras los disparos se oían muy fuertes y empezamos a llorar y rezar para que no nos pasará nada", relató Carmen "N", empleada de una lavandería.
Cerca de siete locales comerciales y 22 viviendas estuvieron comprometidas con el operativo implementado. En todo momento se oían voces de mando, gritos y en ocasiones silencio.
"Fueron horas de total angustia, pero en todo momento estuvimos comunicados con familiares informando que estábamos bien", señaló Berenice "N", quien señala que se escondieron en el sanitario.
Las llamadas al 911 fueron continuas y ahí les informaron que debían guardar la calma, alejarse de las ventanas y puertas, cerrar tanques de gas LP y hacer caso a las recomendaciones de las autoridades.
"De entrada nunca imaginas que un vecino esté involucrado en la delincuencia, quienes rentan casas y comercios tienen un compromiso con quienes son propietarios", añadieron.