Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Nacional

Empresarios, víctimas de secuestros en Veracruz; violencia golpea inversiones

- Ganaderos, concesionarios y otros empresarios prefieren callar por temor a consecuencias

- Inversionistas piden seguridad en zonas como Coatzacoalcos

El Universal Ciudad de M?xico 21/02/2018

alcalorpolitico.com

A Narciso Lorméndez, del municipio de Vega de Alatorre, dueño de la manufacturera Forrajera Albagrán, le metieron varios balazos en diciembre de 2016. Lo esperaban temprano, a las puertas de su domicilio y se resistió al secuestro. Comenzaba el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.

En mayo de 2017 asesinaron, con todo y su guardia personal, a Rodrigo Muñoz, ganadero, gasolinero, restaurantero y hotelero de Tierra Blanca. Cuatro meses después, en septiembre, a Arturo E., arrendador de maquinaria pesada.

En noviembre, una camioneta en la que viajaban dos pistoleros interceptó en un distribuidor vial de la autopista Tuxpan-Totomoxtle, el vehículo de Luis Ernesto Gamundi, consultor empresarial, administrador de firmas proveedoras de PEMEX. Murió bajo fuego, al igual que su escolta. El mismo mes apareció en una fosa Gerardo Gutiérrez, dueño de Grúas Virgo de Minatitlán.



En diciembre de 2017, Carmelo Castillo, comerciante ferretero de Xalapa, murió balaceado en su propio establecimiento. Lo último que vio fue cómo su hijo era secuestrado por los asesinos.

“Que la inseguridad baje”



Sí, han sido secuestrados desde diciembre de 2016 los ganaderos Pedro Castellanos, Lechuguillas; Manuel Huesca, de la comunidad de Carranza; los empresarios Páez Bulvarela, de Huatusco; Ricardo Ruiz Malpica, de Grupo Intra de Veracruz; Jonathan Hernández, concesionario del bar del Hotel María Victoria, en el Puerto, entre muchos otros.

Casi nadie quiere tocar públicamente el tema para no ponerse en riesgo. Hacia mediados de 2017, un vocero del Instituto Mexicano de Contadores Públicos advirtió que el estado había un cierre silencioso, pero masivo, de establecimientos: “Hay mucha gente que ha sido secuestrada y al día siguiente ya no están ni ellos ni la empresa”.

Juan Manuel García González, presidente de la Cámara México–China de Comercio (CMCC), expone sus coincidencias, en sus oficinas de Xalapa, donde recibe a El Universal:



“Implementamos un plan para hermanar a Zhuhai, última zona económica especial de China, con Coatzacoalcos. En cada mesa que me siento, me preguntan: ¿Tienes espuela de ferrocarril? Sí. ¿Tienes gas natural? Sí. ¿Índice de inseguridad? Puedo sacar diez en todo, prescindir de gas natural y que las pipas sigan caminando por la ciudad, pero que la inseguridad baje […] porque nos pega a todos los que tratamos de traer inversiones al estado”.

A pesar ello, el dirigente empresarial habla de potenciar la producción de café, de malanga o taro, del aloe de vera, del limón persa, y otros productos del campo veracruzano, y anuncia que la CMCC está por arrancar en Coatzacoalcos un agroparque de 64 hectáreas. Es inversión mexicana que busca atraer coinversión de capital chino.

García González preside además la delegación de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) en Xalapa, que impulsó el año pasado un foro de discusión sobre seguridad, con la participación de más de 400 miembros de la sociedad civil; activistas, académicos, empresarios. Conclusiones y propuestas se entregaron al gobierno:



“Nosotros las pusimos en la mesa –explica el vocero empresarial–. Lo demás, bueno, ojalá que esto pronto se termine. Nosotros estamos haciendo nuestro esfuerzo, Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), están haciendo su esfuerzo. Creo que somos (el sector productivo) los más proactivos en el tema, estamos metidos en muchos sacos, pero sí nos gustaría estar más de la mano con el gobierno, y para eso hemos tenido la mano extendida…”.

García González lamenta que hasta ahora no se ha escuchado ninguna propuesta industrial de los precandidatos a la gubernatura, pero más aún la violencia que enluta Veracruz, y sobre todo “la saña” que despliega la violencia política.



Recuerda que en una ocasión, cuando habían asesinado a uno de tantos alcaldes veracruzanos, un político le comentó al respecto: “En un año nadie se va a acordar”.