En cuatro meses, de diciembre de 2019 a marzo de 2020, la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente (ASEA) atendió dos derrames de hidrocarburo en municipios de Veracruz. Sin embargo, en un plazo de cinco años, ASEA detecta 202 fugas en la entidad.
En cuanto a 2020, la ASEA atendió una en Zacate Colorado, en Tihuatlán, el pasado 9 de febrero y otra en Rancho Viejo, en Jáltipan, el 9 de enero.
Pese a la estadística, la ASEA reporta más fugas en Puebla, con 356 y 320 fugas en Hidalgo; además de 164 en Estado de México y 91 en Tamaulipas.
En un compendio presentado, la ASEA refiere a la vez que detectó dos tomas clandestinas en los primeros cinco meses en el estado de Veracruz.
Es el caso de una toma detectada en el municipio de Tihuatlán, el 9 de febrero de 2020 (que dio lugar a un derrame ya atendido por ASEA) y en Texistepec, el 21 de mayo de este año.
En el caso de Hidalgo, la ASEA reporta 59 tomas clandestinas; 49 en Guanajuato; 20 en Estado de México; 16 en Puebla; nueve en Chihuahua; ocho en Michoacán; siete en Tabasco; cinco en Tamaulipas; dos en Nuevo León y dos en Querétaro.