El conflicto que estalló el jueves entre vecinos y la empresa procesadora de cítricos Internacional Química del Cobre (IQC), a la que exigen una obra, se agudizó este lunes. Pobladores del ejido Agua Nacida, donde se ubica la industria, impidieron este día el ingreso de los trabajadores, quienes se mantuvieron cerca de la planta durante casi 2 horas.
El jueves de la semana pasada residentes bloquearon la calle Agustín Garcés, que sirve de acceso a la empresa, para exigir que contribuya con la comunidad y pavimente dicha vialidad, pues con el constante paso de camiones con productos cítricos se ha deteriorado y presenta hundimientos en la terracería, acusaron.
Luego del primer día de bloqueo acudió personal del Ayuntamiento e intentó que se levantara el plantón para que una comisión se trasladara al Palacio Municipal, a fin de establecer una mesa de negociación con mediación de la Alcaldesa, pero los residentes exigen que sea Blanca Lilia Arrieta quien acuda al lugar del conflicto para reunirse con representantes de la IQC.
Añadieron que han sido condescendientes y se estuvo permitiendo el ingreso de los trabajadores, es decir, solamente estaba cerrado el paso a camiones, pero ante la nula respuesta, este lunes optaron por no dejar que entrara el personal. Entre los obreros y empleados administrativos estaba el gerente general de IQC, Luis Andrade Blanc, a quien se pidió entrevista para conocer la postura de la empresa, pero se negó a declarar. “No quiero hablar. Retírese”, exigió.
La calle Agustín Garcés, de unos 800 metros de longitud, tiene guarniciones, banquetas, drenaje y líneas de agua, lo que IQC, a través de su representante Juan Manuel Ramírez, había puesto como requisito para que se pavimentara, esto en una asamblea ejidal efectuada hace 7 años, por lo que ahora exigen que cumpla, refirió el vecino Fernando Vázquez Pérez, excomisariado ejidal.
Añadió que la empresa lleva alrededor de 40 años establecida en Agua Nacida, tiempo durante el cual ha ocasionado perjuicios y contaminación con los desechos de cítricos, ya que los vierte al río Pantepec o deposita la cáscara en los mismos patios de la industria, indicó.
Además, de la plantilla laboral de alrededor de 200 personas, apenas unas 10 son de esta misma localidad, por lo que no puede argüir que genera fuentes de empleo para la comunidad, subrayaron otros quejosos.
“Nos tratan de intimidar con denuncias, pero no estamos invadiendo sus instalaciones. Estamos en una calle que es del ejido, no es propiedad de la empresa. Así que estamos en nuestro derecho”, sostuvo Fernando Vázquez.