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Sección: Estado de Veracruz

En Bosque de Niebla, zona protegida, venden terrenos y hasta construyen hotel

- Particulares construyen hotel y centro hípico pese a restricciones del Programa de Ordenamiento Ecológico

- Además, se venden terrenos a mil 700 pesos el metro cuadrado; advierten por tala de árboles

- Ni ayuntamiento de San Andrés Tlalnelhuayocan ni Secretaría del Medio Ambiente atienden caso

Ángel Camarillo Xalapa, Ver. 25/09/2018

alcalorpolitico.com


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A pesar de las restricciones explícitas en el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Región Capital de Xalapa (POERCX), persiste la depredación del archipiélago del Bosque de Niebla por parte de particulares en la región de Briones.

Tal es el caso de la construcción de un hotel y de un club hípico dentro del polígono de dicha Área Natural Protegida (ANP), en el sur poniente de la zona conurbada Xalapa-Coatepec-San Andrés Tlalnelhuayocan.

En queja enviada a Al Calor Político, vecinos de Briones, municipio de Coatepec, denunciaron la edificación de ambos proyectos privados dentro del archipiélago; además de la venta de terrenos —a razón de mil 700 pesos el metro cuadrado—, la construcción de caminos y sobre todo, la tala de árboles propios del bosque medio.



Ambas obras iniciaron después de la publicación del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial, en el número extraordinario 170 del viernes 27 de abril del 2018 de la Gaceta Oficial del Estado. Éste incluye a los municipios de Acajete, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Jilotepec, Naolinco, Rafael Lucio, Teocelo, Tlalnelhuayocan, Xalapa y Xico, con el objeto de realizar acciones y conjuntar recursos tendientes a la planificación del territorio en función del patrimonio natural.

Por lo anterior, tanto la construcción del hotel como del club hípico no sólo contradicen dicho decreto, sino que además depredan el bosque de niebla y dan pie a la “urbanización” del archipiélago.

De entrada, la simple construcción del club afecta a los vecinos del antiguo camino a Rancho Viejo, con el tránsito, ruido y el desperdicio de los camiones de volteo, que suministran materiales para una obra de al menos una héctarea de extensión en lo alto de la calle Limonaria.



La segunda obra es un hotel en el kilómetro 1.8 del camino a Rancho Viejo, en donde un particular taló árboles y guardó la leña derivada de éstos en su propiedad; además, busca abastecerse de agua por medio de un embalse al pie del archipiélago.

La inconformidad de los colonos de Coatepec parte de la falta de acción tanto del ayuntamiento de San Andrés Tlalnelhuayocan, como de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA). En oficio con acuse de recibo del 19 de junio, expusieron a la titular de esa dependencia, Mariana Aguilar López, el asunto de la construcción del club hípico y de un posible cambio de uso de suelo dentro del perímetro del archipiélago.

Posteriormente, el 29 de junio, se le entregó a la secretaria del Medio Ambiente una segunda queja, en la que dentro del bosque de niebla un particular procedió con la tala de la cubierta vegetal, del sotobosque y de arbustos y matorrales; además del desvío de cauces del agua. De ambos documentos, los colonos no recibieron respuesta satisfactoria.



Con fecha de 24 de julio, el ayuntamiento de Tlalnehuayocan recibió la queja de los vecinos de Briones, ante la construcción ilícita de caminos dentro de la porción del archipiélago en ese municipio, sin que la autoridad haya intervenido hasta el momento.

Las quejas incluso llegaron ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dado que en un oficio con fecha del 14 de agosto, los colonos denunciaron que el constructor del hotel invadía restos de un antiguo casco ubicado en la zona del camino a Rancho Viejo.

Finalmente, en un intento más por detener las construcciones, los vecinos de Briones pidieron a los dueños de los proyectos compartir la información relativa al cambio de uso de suelo y licencias de obra; hasta la fecha éstos no han respondido a las solicitudes.



El temor de los habitantes de esa zona parte, por un lado, de que dicho pasivo ambiental lo absorba el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez y, por el otro, de que la rústica zona de Briones y el camino a Rancho Viejo se infesten de servicios comerciales.