"Con reservas”, es como el Partido Acción Nacional (PAN) toma la llegada de Mauricio Audirac a la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), manifestó el exdiputado local José Mancha Alarcón, que llegó a Minatitlán para ganarse el voto de los militantes panistas.
“Con cuidado, nosotros sabemos del actuar del señor en el ORFIS, cuando fue titular y un servidor diputado local, no podemos prejuzgar, vamos a ver cómo se desarrolla en sus primeras acciones y en ese sentido emitiremos un comentario”, aclaró.
En ese escenario, aseguró que el trabajo de Auridac Murillo, ha sido muy cuestionado, hay pocos procesados, ninguno encarcelado, el trabajo del ORFIS es nulo, es un elefante blanco, se le meten muchísimos millones de pesos y no hay justicia cuando vemos que hay alcaldes que han saqueado sus gobiernos pero andan como si nada”, argumentó.
El aspirante a la dirigencia de ese Partido, señaló que la mayoría de municipios veracruzanos presentan problemas para poder tener acceso a los recursos de la Federación, y esto es, en gran medida, a la incapacidad de los titulares de Sefiplan.
En las instalaciones del PAN en Minatitlán, el ex legislador insistió en que existen retrasos por la incompetencia de los encargados de la Hacienda veracruzana.
“Pero no son los alcaldes los que sufren sino los gobernados, se debe exigir que las ministraciones lleguen puntuales y si no se debe generar un movimiento donde se solicite que no se triangulen los recursos, porque se jinetea el dinerito”, expuso.
La realidad es que debemos hacer un frente para que todos los alcaldes, se les deposite de Hacienda federal sin pasar por el estado porque el problema es que ahí se están quedando los recursos.
Mancha Alarcón indicó que Veracruz vive una deficiencia financiera por el destiempo en el que llegan los recursos a los ayuntamientos, por lo que se necesita un cambio, “que con el PAN se podría dar, a lo mejor no en un sexenio, pero sí habrían cambios”, declaró en entrevista.
Consideró que en la entidad se utiliza el dinero público de forma desordenada, es decir no con un plan específico de trabajo, ni con una visión de los problemas del estado.