El tradicional desfile cívico-militar para celebrar el 205 aniversario de la Independencia de México a lo largo del bulevar Manuel Ávila Camacho de Martí hasta el Club de Yates, se desarrolló en completa calma y tuvo una duración aproximada de una hora.
Se registró la participación de cerca de cuatro mil personas, quienes desfilaron en 25 contingentes, sobresaliendo por su número los de la Armada de México, Ejército Mexicano, Policía Federal, Fuerza Civil y la delegación de la Cruz Roja.
También estuvieron jóvenes de trece escuelas, entre secundarias, bachilleratos y tecnológicos. Ahí los que también marcharon pero por la zona de banqueta fueron los padres de familia quienes dieron seguimiento personal a sus hijos por el tema de la seguridad.
En el presídium colocado frente a la Plaza de la Soberanía donde ya se acostumbra poner vallas para que ningún ciudadano se acerque o moleste a los funcionarios, estuvieron el Alcalde; el secretario de Turismo, Harry Grappa -en la representación del Gobernador-; así como los representantes de la Armada y Ejército Mexicano, miembros del cuerpo edilicio y directores municipales.
A los del presídium, a los funcionarios e invitados especiales se les repartió un café, panecillos, bocadillos y botes de agua, mientras observaban el paso de los contingentes.
Llamó la atención que muchas escuelas se negaban a participar en este tradicional desfile -según explicaron los organizadores- debido a que los docentes temen que los jóvenes sufran de algún golpe de calor por las elevadas temperaturas de estos días, pero incluso hoy fue una mañana nublada.