En etapas iniciales, cáncer cervicouterino no presenta síntomas: IMSS

El cáncer cervicouterino en sus etapas iniciales no presenta síntomas, por lo que, si estos se manifiestan, es porque la enfermedad ya está en una fase avanzada, indicó la médica Gineco-Obstetra del Hospital General Regional del IMSS en Orizaba, Angélica Adriana Ledezma Rodríguez.

Ledezma Rodríguez señaló que el sangrado vaginal anormal después del sexo vaginal, tras la menopausia, entre periodos, más prolongado y abundante de lo habitual, el aumento del flujo vaginal con mal olor, así como el dolor pélvico o durante las relaciones sexuales, son señales de alerta de esta enfermedad.

Explicó que a medida que el cáncer avanza, se presentan síntomas más intensos, como dolor persistente en la zona pélvica, espalda o piernas, hinchazón de las piernas, molestias y flujo vaginal con mal olor, pérdida de peso, apetito y cansancio, problemas para orinar y evacuar, y presencia de sangre en la orina.

En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Cervicouterino, la especialista recordó que el principal factor de riesgo para desarrollar esta enfermedad es la infección por el virus del papiloma humano (VPH), por lo que hizo un llamado a las jóvenes para que se apliquen la vacuna correspondiente.

Además, mencionó que otras infecciones de transmisión sexual, el inicio de la vida sexual a una edad temprana, tener múltiples parejas sexuales, no utilizar preservativos, no contar con la vacuna contra el VPH, ser fumadora y tener antecedentes familiares de cáncer cervicouterino, también aumentan el riesgo.

Ledezma Rodríguez destacó que algunas acciones que pueden ayudar a reducir el riesgo de este padecimiento incluyen la vacunación contra el VPH, la adopción de prácticas sexuales seguras, utilizando siempre condón y limitando el número de parejas sexuales, someterse a pruebas de Papanicolaou y llevar un estilo de vida saludable, evitando el alcohol, tabaco y estupefacientes.

Finalmente, recordó que el Papanicolaou debe realizarse a partir de los 25 años en todas las mujeres que han tenido relaciones sexuales, y después de dos exámenes anuales con resultados normales, lo indicado es realizar el examen cada tres años.