En La Antigua, desembocadura del río Los Pescados es un basurero

Uno de los puntos turísticos más emblemáticos de Veracruz, el río Los Pescados, un estuario donde confluyen las aguas dulces con el mar, hoy luce como un verdadero basurero. Botellas de plástico, bolsas, unicel y desechos de todo tipo cubren la orilla, arrastrados por la corriente y acumulados en la arena, convirtiendo el paisaje en un foco de contaminación.

Lo que debería ser un atractivo natural para visitantes y familias locales se ha transformado en un escenario que refleja el abandono y la falta de responsabilidad ambiental. Habitantes de la zona señalan que cada temporada de lluvias, toneladas de residuos llegan hasta la desembocadura sin que exista un programa de limpieza o prevención real por parte de las autoridades.

El impacto no es sólo visual: especialistas advierten que la acumulación de plásticos afecta gravemente a la fauna marina y al ecosistema costero, además de representar un riesgo sanitario para quienes acuden al lugar a convivir o practicar pesca artesanal. Pese a que el municipio de La Antigua es considerado uno de los destinos históricos y turísticos de mayor valor en Veracruz, la imagen de sus playas contaminadas envía un mensaje de descuido y falta de compromiso con el medio ambiente.

Organizaciones ambientalistas han reiterado llamados urgentes a implementar campañas de limpieza, reforzar la gestión de residuos en comunidades cercanas y aplicar sanciones a quienes contribuyan a este desastre ecológico. Sin embargo, la respuesta institucional ha sido lenta y en muchos casos inexistente.

El sitio no es cualquier punto de la costa: aquí se levantaron los primeros símbolos del México colonial. Fue sede de la primera aduana del país, del primer Cabildo, de la primera iglesia y de la casa de Hernán Cortés, cuyas ruinas aún permanecen como testigos de la llegada de los españoles.

Lo que debería ser una joya cultural y natural se encuentra atrapado entre la indiferencia, incompetencia y la falta de gestión ambiental. La desembocadura del río Los Pescados podría ser un símbolo de belleza natural y un motor turístico para la región pero hoy es un ejemplo de lo que la indiferencia puede provocar: un paraíso convertido en basurero. Así, el lugar que guarda parte del origen de la historia colonial en México está siendo devorado por la indiferencia.