Habitantes de comunidades indígenas, con presencia de las etnias Tének, celebraron este 18 de octubre la festividad de San Lucas, en cuyo marco colocaron ofrendas en vísperas de Todos Santos.
“Esta fue la segunda colocación de las ofrendas hacia el Xantolo. La primera fue el 29 de septiembre, cuando se celebró a San Miguel Arcángel”, refirió Lunna Daniela Domingo Santos, promotora de actividades culturales.
Expuso que, de acuerdo con la tradición, arraigada en esta parte de la Sierra de Otontepec, en el norte de la entidad, esta segunda ofrenda es dedicada “a las almas olvidadas que no tienen quien los espere en el mundo de los vivos”.
Mencionó que ahí se incluye a quienes “murieron en desgracia, los que salieron de su casa y nunca volvieron”, así como a víctimas de hechos violentos o ahogados.
Por ello, en las viviendas se enciende copal y se coloca un plato con comida y un vaso de agua, para “las almas que andan buscando su hogar, pero que nadie los recuerda y no tienen a dónde llegar”.
“Las tradiciones de nuestros antepasados son nuestras tradiciones y debemos preservarlas. En la Huasteca estamos listos para recibir a nuestros seres queridos y así disfrutar de la fiesta más viva de México: el Xantolo”, expresó.