En Monte Blanco, muebleros de bambú sobreviven entre mucha competencia y bajas ventas

La competencia desleal de los productores de muebles de bambú provoca una baja en las ventas. Así como también la falta de calidad de otros artesanos de la misma zona y la falta de planes de exportación.

Artesanos de la comunidad de Monte Blanco en el municipio de Teocelo, informaron que alrededor del 15 por ciento de los vendedores de estos productos de bambú no los realizan con la calidad o el proceso correcto.

Los productores explicaron que algunos vendedores hacen de mala calidad los enseres y eso los desprestigia a todos.

“Lo malo es que por unos cuantos que hacen mal el trabajo, todos pagamos, porque luego por eso es que dicen que los muebles de bambú no duran mucho, pero sí duran y son muy resistentes”, aseguró el señor Clemente Olmos.

Aunque los mismos artesanos tienen sus hectáreas de bambú, en algunas ocasiones tienen que comprarlo en otros municipios como Huatusco, Córdoba, Tlaltelela, porque no es suficiente su cosecha.

Estos artesanos crean los muebles desde hace 33 años, cuando todavía ocupaban la caña de azúcar. Ahora que los hacen de bambú, porque es más práctico el cuidado del producto, ya que no necesitan ni fertilizantes ni otros cuidados, es que se les hace más fácil manejarlo.

Empezaron sólo 3 artesanos, pero ahora hay alrededor de 80, quienes crean desde camas, salas, comedores, tocadores, sillas, mesas, hamacas y hasta pequeños adornos para el hogar.

Para hacer una silla se necesitan por lo menos 6 varas de bambú, de dos diferentes tamaños y el proceso para que la vara no sea propensa a apolillarse o a romperse con facilidad es la paciencia, dijo el señor Olmos.

“Tienen que estar de dos a tres años antes de cortarlo, siempre tiene que ser en la temporada para que no se apolille”, agregó.