Las calles del Centro Histórico de Córdoba se llenaron este fin de semana de flores de cempasúchil, papel picado y el inconfundible aroma del copal con motivo de la muestra de altares del Día de Muertos. Durante tres días, familias, escuelas y colectivos participan en esta colorida exposición que busca mantener viva una de las tradiciones más representativas de México.
Este viernes, el parque 21 de Mayo se convirtió en el corazón de la celebración. Los altares comenzaron a levantarse entre risas, música y curiosidad de los visitantes, que observaban cómo las ofrendas iban tomando forma con retratos, veladoras y platillos típicos. La escena resumía el espíritu mexicano: rendir homenaje a los que se fueron con respeto, pero también con alegría y color.
Cada altar cuenta una historia distinta. Algunos fueron dedicados a personajes históricos o culturales, mientras otros honran a familiares que dejaron huella. Los estudiantes del CBTIS 47, por ejemplo, dedicaron su ofrenda a los trabajadores de la salud fallecidos durante la pandemia, y el colectivo “Raíces Vivas” evocó a los fundadores del municipio, resaltando su legado y amor por Córdoba.
A lo largo del recorrido, el público disfruta de una explosión de colores, aromas y sabores: pan de muerto, calaveras de azúcar, frutas, tamales y flores frescas adornan las ofrendas. Los visitantes se detienen a admirar los detalles, a tomarse fotografías y a compartir la experiencia en redes sociales, orgullosos de participar en una tradición que une generaciones y da identidad a toda una región.
Por las tardes, el ambiente se llena de música y danza. Grupos artísticos locales ofrecen presentaciones con temas alusivos a la vida y la muerte, mientras las catrinas desfilan entre los altares arrancando aplausos y sonrisas. Córdoba vuelve a convertirse en un escenario de celebración, donde la memoria se transforma en arte y la muerte se honra con la belleza de la vida. La muestra de altares estará hasta el domingo 2 de noviembre.