Con una caravana que se plantó por algunos minutos ante el Palacio Municipal de Río Blanco, familiares y taxistas de Jorge Jiménez Ávila, trabajador del volante que fuera hallado asesinado el pasado domingo, demandaron a las autoridades de este lugar que haya más seguridad.
Previamente, los manifestantes participaron en la misa de cuerpo presente que se ofreció en la iglesia del Sagrado Corazón de María, de donde salieron hacia la central de taxis Alfa 2000, a la cual pertenecía el conductor de la unidad de alquiler.
Tras pasar por ahí se dirigieron al cementerio municipal, pero al pasar ante el palacio, se detuvieron para demandar a gritos que no haya “ni un muerto más”.
Recordaron que tan sólo en Río Blanco en menos de un mes desaparecieron dos de sus compañeros, de los cuales Jorge fue hallado asesinado, pero de Fernando Rivera Luna, de 60 años, no se sabe nada.
Aunque los taxistas pidieron hablar con el alcalde Ricardo García Pérez, el tesorero municipal, Jorge Gómez Deyta, les informó que no se encontraba, pero les daría una cita para que pudieran platicar con él.
Tras recibir ese compromiso, los dolientes continuaron su camino al cementerio para dar sepultura a infortunado taxista.
Cabe recordar que además de Fernando Rivera, en el municipio de Córdoba hay otro trabajador del volante reportado como desaparecido desde el pasado miércoles 15 de marzo.