La población tecoluteña se dio cita en la vivienda de la señora Obdulia Mendo Miranda donde habita con su hija Zaira Irazú Aguilar Mendo, ubicada sobre la calle Independencia sin número de la colonia Cándido Aguilar para ver la imagen del Cristo que llora sangre.
Desde muy temprana hora registró afluencia de habitantes en la casa de la familia Aguilar Mendo; algunos por curiosidad y otros como verdaderos devotos llegaron con veladoras que encendieron ante la imagen para pedir un milagro y por su salud.
Al aglutinarse decenas de parroquianos para venerar al Cristo se realizó un rosario, por “el milagro” ya que a dos años de tener en sus manos la imagen este es la primera vez que se manifiesta al derramar en el cuerpo sangre.
En entrevista para alcalorpolitico.com, la señora Obdulia Mendo dijo que su hija Zaira Irazú es sordomuda y hace dos años recibió como regalo el Cristo que fue traído desde la villa y que el pasado domingo acudió a la parroquia de nuestra señora de Guadalupe para bendecir la imagen.
La adolescente de 14 años llegó a su casa alrededor de las 22:00 horas mostrándole a su madre la imagen empapada en sangre que le brotaba de sus ojos y manos y olía la sangre impregnándose a choquilla.
Por lo que el día lunes acudieron a la parroquia nuevamente con el párroco para que les descifrara, y éste les comentó que era pintura que se había regado al caerle agua bendita, concretándose a limpiar la imagen.
El mismo lunes a las 22:47 la señora Obdulia Mendo se introdujo a la recamara de su hija donde es resguardada la imagen y al levantar la imagen vio como le brotó la sangre al Cristo, al momento que dio un fuerte grito y algunos vecinos acudieron a ver lo que sucedía encontrándose con esta escena que para ellos es un milagro.
La ama de casa aseguró que el Cristo nunca había tenido pintura en el rostro y que no se le pudo haber regado y que esto se trata de un manifestación debido a que su hija es sordomuda y le manda una señal para algo.
La sacristán Rosa García Pecero asegura que al realizarse la bendición ella vio claramente que al Cristo solo le cayeron unas cuantas pringas de agua y no desmanchó al momento y que lo que brota es verdadera sangre.
Asimismo el joven Eduardo García Ordoñez, aseguro ver cómo le brotaba la sangre del rostro al Cristo y poco a poco fue desvaneciéndose hacia sus ojos, las costillas y las piernas.
Por su parte el párroco Aris Castelán expresó que el 12 se presentó la niña para bendecir la imagen de Jesucristo crucificado y al rociarle agua bendita la imagen se escurrió aparentemente de la pintura roja.
El párroco asegura que el lunes nuevamente roció la imagen y como de que se despintó por lo que presume que la pintura estaba fresca y por eso se destiñó y que es muy difícil precisar que se trata de un milagro debido a que la iglesia antes de declararlo, primero procede a analizar científicamente, agotar todos los recursos para demostrar que efectivamente es algo fuera de lo común y podría ser un milagro.
Pero si los elementos científicos dicen que no, no se puede decir que fue una manifestación de Dios para esa persona sin embargo se deja al criterio de la persona si en algo le ayuda a ella es parte de sus fe y ahí ya no puede entrar la ciencia.
Al cuestionar al párroco sobre la posible realización de análisis, refirió que es posible si alguien tiene interés o seguridad en que realmente es un milagro divino y si saliera positivo la iglesia si avalaría este hecho ya que en muchas ocasiones se ha aceptado.