Envía artículo publicado en El País, sobre el daño de los patos en lago de Sevilla

Señor Director:

Comparto con usted este artículo sobre los efectos contaminantes de las heces de los patos en los lagos:

“Un estudio ornitológico propone "eliminar" los patos del lago del Alamillo para mejorar el agua
“El inventario detecta 54 especies de aves, algunas no censadas en la Península Ibérica”


T. CONSTENLA - Sevilla - 02/04/1999

El estudio sobre la avifauna del parque del Alamillo, en Sevilla, realizado por el Grupo Ornitológico del Sur ha revelado la existencia de 54 especies diferentes, entre ellas algunas no registradas en la Península Ibérica, como el papamoscas cerrojillo. El informe señala los problemas para la invernada de las especies como la masiva afluencia de público, la caza de pajaritos y la enorme cantidad de gansos y patos. Entre los remedios propuestos se incluyen algunos tan drásticos como la eliminación de patos del lago para mejorar la calidad del agua.

El primer estudio exhaustivo sobre la población de aves del parque sevillano demuestra una gran riqueza ornitológica, con 54 especies diferentes, algunas características y previsibles del hábitat del Alamillo -como la polla de agua, el petirrojo o el mirlo- pero también se han localizado ejemplares sorprendentes como el torcecuello, el halcón peregrino o el papamoscas cerrojillo, desconocida como invernante en la Península Ibérica. Junto al inventario de aves, realizado entre octubre y diciembre, se analizan los problemas que afectan a las especies durante la invernada y se plantean una serie de soluciones posibles.

Entre ellos se plantea que la enorme cantidad de gansos y patos existentes en la isla del lago podría "empeorar las condiciones del agua". Uno de los elementos utilizados como indicador ha sido la ausencia del martín pescador de algunas zonas. Esta especie se utiliza "ampliamente como bioindicador para conocer la situación de las riberas". Los ornitólogos proponen "la eliminación total o de casi todos los patos presentes en la zona".

La medida drástica se justifica como la única que ayudaría a mejorar la calidad del agua, al suprimir así "la cantidad de heces que estas aves dejan a lo largo del día" y "las enormes bolsas de pan que son arrojadas por las personas al agua".

Otros son inconvenientes de difícil enmienda, como la masiva afluencia de público al parque, sobre todo en jornadas festivas, atendiendo a la vocación del Alamillo, que ha sido concebido como un espacio de esparcimiento para la población urbana.

La concentración humana, según el estudio, obliga a las aves a abandonar la zona durante esos días. "No sería demasiado importante si no fuera por la enorme presión a la que son sometidos los pájaros fuera de los límites actuales del parque por parte de los cazadores", indican los ornitólogos.

Como alternativa plantean la creación de zonas acotadas en el interior del Alamillo, con restricciones de público en días de masificaciones, que evitaría el abandono de las aves de los lugares de nidificación.

La caza de pajaritos para el consumo o para enjaular, detectada sobre todo en los naranjales situados entre el parque y el río Guadalquivir, constituye otra de las amenazas para la avifauna. Los investigadores han hallado cepos y redes japonesas. La única solución "posible", señalan, "es la de aumentar la vigilancia en esa zona".

El estudio propone, además, ampliar el número de nidales en algunos puntos del Alamillo, donde la poca edad de los árboles impide una numerosa representación de aves que nidifiquen en huecos. "Esta falta de lugares hace que estas especies casi no sean visibles en el interior del parque", indican.