Envía carta que transmite su doloroso sentir por los hijos desaparecidos

C. DR. JAVIER DUARTE DE OCHOA
GOBERNADOR CONSTITUCIONAL DEL ESTADO DE VERACRUZ


Me dirijo a usted para plantearle mi pensar y sentir respecto a una situación que enloda la tierra que usted gobierna. Desaparecidos y secuestrados. Una semana, un mes, seis meses, un año, casi una década. Cada una de las personas que han sido privadas de su libertad, algunas asesinadas, otras utilizadas como objetos sexuales, y otras muchas que padecen incontables torturas representan, cada una, un fracaso colosal del gobierno que usted encabeza. No puede, usted ni quienes le rodean. ¿Qué hacen ahí?



Veo con inmensa tristeza que a lo largo y ancho de mi tierra, Veracruz, no cesa el correr de la sangre y por añadidura de las lágrimas. Pero más tristeza y sobre todo vergüenza me provocan los ejemplos de ineptitud, de autismo político y de silencio que mantienen esos criminales ejemplos en latencia y casi dominancia. Cada día que pasa su responsabilidad, señor Gobernador, se hace mayor porque es usted cabeza de un gobierno, porque es usted quien tiene la tarea irrenunciable de implementar mecanismos y estrategias que aseguren, sin dobleces, la total seguridad de los ciudadanos.

No pueden, señor Gobernador.

Tome unos minutos de su tiempo, cierre sus ojos e imagine todo lo que acontece en torno a una desaparición forzada, a un secuestro. La crueldad de los criminales, la indefensión de las víctimas que, independientemente de si la deben o no, son ciudadanos bajo su gobierno y que si la deben o no la deben para eso se supone que hay una Constitución, leyes civiles y penales. Piense en las jovencitas que son sometidas a decenas de violaciones diarias, piense en los golpes, en las brutales ejecuciones, piense en las fosas clandestinas, piense en la miseria, en la ignorancia que permean en esta tierra, piense en los cinturones de miseria, piense y concéntrese bien en todo el caudal de dolor que la violencia va dejando a su paso de mano de un gobierno asustado, infantil e incapaz. No es una veintena de personas, no se enorgullezca, son cientos. Sienta vergüenza de su gestión.



Sienta vergüenza de ser cabeza del gobierno de esas madres veracruzanas que con sus rostros llenos de lágrimas, cada día más envejecidas, más enfermas pero con más arrestos que muchos que a usted le rodean marchan al pie de su Palacio de Gobierno suplicando que las volteen a ver, que les ayuden, que les den una razón. Sienta vergüenza señor Gobernador, y que sientan vergüenza sus ayudantes judiciales, sus investigadores, sus ministerios públicos. No pueden, lo reitero. No pueden.

Yo soy una simple ciudadana, mis palabras es muy posible que no las lea usted, a lo mucho algún lacayo de oficina, ¿sabe por qué lo sé? porque esta marcha del 10 de Mayo de las madres con hijos desaparecidos, me deja muy claro que usted no lee, no sabe, y al parecer no le importa más que dar el discurso barato, tomarse la foto y decir incongruencias en los micrófonos. Señor Gobernador, si no pueden, apelo a su conciencia, a su hombría, ¿Qué hacen ahí?

Agradezco omitir mis datos, por temor a represalias.



Angie Sancho
Madre de una joven cuyo padre está secuestrado

Gracias.