Después del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, se produjo la asunción de Ernesto Zedillo Ponce de León como candidato sustituto del PRI, en donde la primera posición política del Dr. Zedillo como candidato a la presidencia de la república fue marcar como sería su futuro gobierno, allí en la sede nacional del PRI escuché atentamente lo que pronunció en su discurso aquel 4 de agosto de 1994 que tuvo resonancia hasta el año 2015; en aquella ocasión afirmó la necesidad de tener una “sana distancia entre mi partido y el gobierno” (sic).
El desprecio de Ernesto Zedillo Ponce de León por el PRI se reflejó en sus seis presidentes del Comité Ejecutivo Nacional del PRI que estuvieron de 1994 a 2000: María de los Ángeles Moreno, Santiago Oñate Laborde, Humberto Roque Villanueva, Mariano Palacios Alcocer, José Antonio González Fernández y Dulce María Sauri Riancho.
Dado lo anterior es pertinente comentar que en 1996 en la XVII Asamblea Nacional del PRI, en una acción histórica la militancia de base priista implementaron los candados para los famosos “tecnócratas”, reformando sus Estatutos para ser candidato a un puesto de elección popular en el poder ejecutivo federal y estatal, particularmente en el artículo 144, inciso X, que a la letra dice “…Para los casos de Presidente de la República y gobernador se requerirá acreditar la calidad de cuadro, dirigentes que haber tenido puesto de elección popular a través del partido, así como diez años de militancia partidista”.
La reacción zedillista fue inmovilizar al PRI en la elección de 1997, donde perdió la primera elección a la jefatura de gobierno, ganándola el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas; además se pierde la mayoría en la Cámara de Diputados, cuando tres años antes, el PRI ganó 290 de 300 distritos electorales federales. Empero, hay que recordar que Ernesto Zedillo Ponce de León fue “videodestapado” por el entonces gobernador de Sonora Manlio Fabio Beltrones (1991-1997), quien por cierto no tuvo ningún cargo durante el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, quizá porque su hermano Alcides Beltrones, fue el Director General del Aeropuerto de Tijuana fue quien al detener a Mario Aburto, asesino de Luis Donaldo Colosio, lo puso a su hermano Manlio Fabio para que fuera el primero en entrevistarlo.
Hoy veintiún años después, Manlio Fabio Beltrones al ser el candidato único a la presidencia del CEN del PRI narrativamente afirmó que “se acabó la sana distancia”, no sólo es una intención de apuntalar la regresión autoritaria que está en marcha en el país, sino de hacer un ajuste de cuantas con el pasado inmediato y sobre todo con quien hizo que perdiera el PRI la presidencia de la república en el año 2000, según en la interpretación priista, esto lo reforzamos por ejemplo con la opinión de José Elías Romero Apís: “Creo que Zedillo no era priista, no lo es y no lo será”. Frente a la crisis de identidad pero sobre todo de oferta política del PRI, lo único que se les ocurre es una “vuelta al pasado”: el reforzamiento del autoritarismo.
Regresando a Ernesto Zedillo Ponce de León, quien hereda un país en bancarrota y con la presencia del EZLN, se enfrenta a dos masacres:
a)La de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez en Guerrero, en donde mueren 17 campesinos y 21 fueron heridos por la policía motorizada y como siempre el gobierno del estado negó los hechos, el gobernador Rubén Figueroa Alcocer, compadre del presidente Zedillo Ponce de León lo obligaron a dimitir por la ola de protestas y por el surgimiento de otro grupo guerrillero, el EPR.
b)Acteal en el municipio de Chenalhó en Chiapas, en donde se encontraban orando en una pequeña Iglesia indígenas Tzotziles, y fueron atacados por un grupo paramilitar, dejando un saldo de 45 muertos, de los cuales 16 fueron niñas y niños. Las consecuencias fueron la destitución del gobernador Ruiz Ferro y del Secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet por el cúmulo de protestas en Europa, ya que el tema de los indígenas era muy sensible debido al alzamiento del EZLN en 1994.
En marzo de 2005, la demanda se llevó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, supuestamente por la AC, Las Abejas y por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, donde culpaban de la masacre al Estado mexicano, y en la persona del Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León; posteriormente en 2011 víctimas anónimas de la masacre, presentaron ante la Corte de New Haven en Connecticut en EUA, una demanda civil en contra del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, en la cual solicitaban una reparación económica de 50 millones de pesos. Se terminó ese proceso legal, porque el gobierno de los Estados Unidos le otorgó inmunidad al expresidente mexicano.
Finalmente, el tema de la violación de los derechos humanos en México es una acción sistémica y sistematizada de los gobernantes mexicanos, quienes al ser incapaces de resolver los conflictos por la vía política, han confundido que se resuelven por dos vías: a) con dinero de por medio, es decir comprando a todo aquel que no piensa como el gobierno; y b) eliminando a sus “enemigos”, por lo que se convierten en gobiernos “terminator”, quienes pueden acabar con comunidades enteras por su molestia hacia su “ejemplar” forma de gobernar. Dado lo anterior, es importante revisar la historia reciente para conocer los posibles escenarios de los hechos violentos en algunos estados del país, como el que se produjo en Iguala, Guerrero, donde también fue destituido el gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien tuvo la fortuna de haber sido defendido por el presidente nacional del PRD, defensa que no le valió y aunque él afirmaba que no renunciaría al cargo, pero lo renunciaron desde el gobierno federal.