Es fundamental prestar atención a síntomas para detectar el cáncer infantil a tiempo

Día a día siguen cobrando vidas. El cáncer infantil continúa arrebatándole su existir a los niños y adolescentes. Es la primera causa de muerte en el rango de edad de los 5 a los 14 años; la segunda en el que abarca de los 14 a los 21 años y la tercera en los de 0 a 5 años. Si este mal se detecta a tiempo la sobrevida puede ser del 75 por ciento.

Hoy es el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil, y aún hay mucho que aprender sobre esta enfermedad. Muchos adultos se siguen resistiendo a aceptar que esta patología se presente en infantes y adolescentes: pero es una realidad. Los médicos generales -ahora menos que en años pasados- siguen subestimando los síntomas y por ello no siempre se detecta el mal a tiempo.

Víctor Cabrera García, oncólogo pediatra del Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Orizaba, indicó que en la actualidad el cáncer que sigue atacando con mayor frecuencia a los pequeños es la leucemia linfoblástica, seguido de los tumores en ganglios, del sistema nervioso central, neuroblastoma, tumores renales, de parte blandas y óseos.



Acentuó que, en la lucha contra esta enfermedad, todos juegan un papel importante y determinante, pues no sólo es tarea del médico oncólogo, sino también del general y los padres de familia.

El primer contacto con la patología la tienen los papás, quienes deben efectuar la tarea de siempre revisar a sus hijos y enseñarlos a que se auto exploren. Dijo que estos conocen a sus vástagos, por lo tanto, podrán darse cuenta que hay alguna modificación en el comportamiento del niño, que hay bajo rendimiento escolar de un momento a otro, o que tiene moretones sin ser la consecuencia de un golpe, sangrado, palidez exagerada, por citar.

De hecho, apuntó que algunos papás en el momento de bañar a sus pequeños o cambiarles el pañal, han detectado alguna tumoración. Otro síntoma que hablan de que algo está mal, son dolores recurrentes de cabeza y que no ceden con el suministro de analgésicos.



Pero los galenos también son importantes, pues el primer contacto que tiene el niño con la medicina es con el doctor general, y este tiene una gran responsabilidad para hacer el envío con el oncólogo pediatra; el problema es que siguen llegando con estos últimos, infantes con fase avanzadas del mal.

“Muchas de las veces subestimarlo conlleva a que se propague la enfermedad, avance e influya en la sobrevida, pues cuanto más avanzado, suele ser más agresivo el manejo; con ello pierden la oportunidad de una mejor calidad de vida y de curación. Pero si se detecta se alcanza una sobrevida del 75 por ciento. Hasta ahora siguen llegando pacientes en etapas avanzadas a atención médica, porque hay médicos que no se percatan y no los diagnostican”.

El especialista dijo que es una realidad que el tratamiento ayuda a atacar el mal, pero también tiene efectos poco positivos para el menor, pues llegan a bajar sus defensas y corren el riesgo de ser presa de una infección; por ello es que es necesario que el menor de edad o adolescente no esté alejado del hospital por si requiere ser llevado al área de urgencias.



“Los deben llevar ante cualquier síntoma de fiebre o diarrea, palidez, que presenten petequias o moretones”, y agregó que estos enfermos requieren de cuidados especiales en referencia a lo que comen, con quién conviven, pues no deben estar cerca de alguien con gripe u otra infección.

Finalmente apuntó que el tratamiento es multidisciplinario, pues se busca que, junto con su quimioterapia, cirugía o radioterapia, ellos y sus familias tengan atención psicológica, pues es difícil para todos los involucrados con el paciente, poder asimilar esta situación.