Ir a Menú

Ir a Contenido

Universidad Anahuac

Sección: V?a Correo Electr?nico

Espacio ciudadano

¡Esos “enanos” tercermundistas!

Jorge E. Lara de la Fraga 02/07/2014

alcalorpolitico.com

Felicitaciones y parabienes para esos connacionales que en buena lid fueron a Brasil, para disfrutar o sufrir las confrontaciones deportivas de su esforzada selección.









Varios columnistas y articulistas ya han aludido al tópico que hoy comentaré. Estaba encaminado en otro asunto, pero ante la euforia del momento creí necesario emitir algunos puntos de vista sobre el comportamiento agresivo torpe y nada civilizado de trogloditas contemporáneos que se enfundan “la camiseta verde” y creen tener derecho para proceder como les venga en gana. Tales individuos asistieron a las canchas cariocas para ridiculizar a los guardametas de los equipos rivales; cada vez que intervenía el portero contrario al seleccionado tricolor le gritaban estentóreamente un término que a todas luces refleja homofobia, machismo y misoginia, con el propósito vertebral de lastimar, de ofender, de pisotear la autoestima del prójimo. Es inconcebible que personas de los medios deportivos, psicólogos de banqueta e intelectualoides de bajo nivel todavía se atrevan a justificar esas acciones que se contraponen al espíritu del “juego limpio” en el futbol-soccer.









Pero las cuestiones deleznables no culminaban ahí. Muchos de esos innobles elementos que se escondían en el anonimato multitudinario durante los cotejos deportivos, también exhibieron sus complejos y mediocridades en sitios públicos, con la justificación peregrina de que llegaron a esas tierras sudamericanas para divertirse, para gozar de los partidos y “para destramparse”, en el entendido de que tenían recursos económicos y gozaban de influencias para superar probables conflictos. Esos “pirruris futboleros”, como les llamó una periodista o esos nuevos ricos, funcionarios, artistas y hasta representantes populares, fueron protagonistas de bochornosos sucesos y en ciertos rotativos o revistas los han balconeado a placer. Los vulgares especímenes son auténticos “villamelones”, desconocedores de la historia de los mundiales; están al margen de estadísticas y características de los atletas; es más, algunos de ellos desconocen el sistema de eliminación e ignoran que culminó la primera etapa y que ahora vienen los cotejos decisivos, donde el equipo que pierda se va y la otra oncena pasa a la siguiente fase.









Retornando al punto medular, considero que la FIFA debe estudiar a fondo esa conducta colectiva (ofender al “cancerbero rival”) y arribar a medidas reglamentarias que frenen esas prácticas vergonzosas. Fuimos testigos hace poco que el jugador uruguayo Luis Suárez fue castigado de manera ejemplar por la mordida realizada a un defensa italiano. Es casi seguro que habrá otros sancionados en lo que resta del torneo y por ello supongo que los directivos del balompié profesional no echarán “en saco roto” esas impertinencias de los fanáticos aztecas, pues si no media un remedio eficaz al respecto, no nos espantemos después que ese mal ejemplo se reproduzca en otros países. Cómo desearía que esos “valientes esponentes” que se explayan a todo pulmón en los estadios, tuvieran el valor civil básico para gritarles y exigirles a sus representantes populares cuando los engañan y no les cumplen lo prometido. Qué fácil resulta para esos patrioteros atacar impunemente a un individuo desconocido pero “encogerse”, arrodillarse o humillarse ante sus verdugos cotidianos.









No cabe duda que las personas, tarde que temprano, proyectan su nivel cultural-educativo; en lugar de que varios de esos turistas de “la tierra del nopal” hubieran aprovechado sus tiempos libres en conocer algo de la historia de Brasil, sus costumbres, su folklore, sus personajes célebres, su cadenciosa música, sus principales sitios de interés de cada sede, dichos enfermizos y vulgares sujetos destinaron sus paréntesis cronológicos, entre juego y juego, para saciar sus instintos etílicos, para ofender a la servidumbre de restaurantes y hoteles, destacándose por su prepotencia y megalomanía. No cabe duda, vamos de más a menos; en ciertas épocas para muchos latinoamericanos éramos un ejemplo positivo a seguir, hoy parece ser que varios nefastos compatriotas se esforzaron hasta el delirio para enlodar el prestigio de la Patria de Morelos, Juárez y Cárdenas.









Culminaría con una interrogante, para que me la respondan los sociólogos, antropólogos y psicólogos relacionados con la actividad física-atlética. ¿Por qué en el futbol-soccer, entre todos lo deportes, se hace presente de manera más grave la violencia colectiva?. Ni en deportes de alto contacto o donde surgen expresiones orales fuerte se llega a los excesos virulentos como los consignados en el entretenimiento de las patadas y de las porterías.