Estériles

Si fue uno o fue otro, si fue chana o fue Juana, quién primero y quién después, hoy día es lo de menos, qué carajos importa a los millones de mexicanos que hoy tienen que padecer los errores de ambos partidos políticos que han detentado el poder en este país y que sufren la critica situación económica, el hecho de ver quién ha matado a más mexicanos de hambre y ha truncado sus aspiraciones de una vida plena.

Qué pena, qué triste y qué pobre el nivel de debate tanto del líder priista Humberto Moreira, como el de los actores panistas que han salido de manera valiente a dar la cara por su partido, el blanquiazul, como han sido el Secretario de Educación Alonso Lujambio, la diputada federal Josefina Vázquez Mota o el titular de Sedesol Heriberto Félix Guerra, quienes han estado todos al mismo nivel del priista.

En ningún momento se ha podido hablar de algo positivo, de construir, de consensuar, de elevar el nivel del debate y de paso incluir los temas que a los mexicanos realmente interesan más allá de colores, siglas o candidatos y que están dañando de manera peligrosa a la sociedad mexicana.

Quiero creer que este inicio al frente de la dirigencia tricolor nacional de Moreira, que ya se veía venir cuando se leían comentarios sobre su carácter, es parte de una estrategia diseñada para lograr regresar al PRI a Los Pinos en la figura de Enrique Peña Nieto.

Los azules se han visto en la necesidad (y la necedad también) de responder y ahí esta el resultado, un deprimente, cínico y lastimoso intercambio de acusaciones que falta al respeto a millones de mexicanos que ven como buena parte de sus impuestos se desechan en solventar parte de los gastos de los principales partidos políticos del país, mientras sus dirigentes hablan de los ciudadanos pobres como meros números estadísticos que servirán para tratar de lesionar la imagen del oponente, o lo que queda de ella.

Veo las noticias generadas al respecto y me imagino a un par de mafiosos, de miembros de diferentes cárteles nacionales sin escrúpulos pero además sin capacidad mental, debatiendo quién ha matado a más personas, entre policías, soldados, civiles y narcotraficantes, mexicanos todos a final de cuentas. De ese tamaño y estatura percibo el vaivén de acusaciones.

Si ese es el inicio de la estrategia priista rumbo a la recuperación de la Presidencia de la República en el 2012, ojalá les rinda los frutos deseados, pero en lugar de ayudar resta al trabajo que se venia realizando por parte de la dirigencia nacional.

Y es que la estrategia implementada por la diputada Beatriz Paredes al frente de dicho partido fue firme pero sensible, con temple y carácter, de nivel, madura y equilibrada, lo que le permitió responder a cada ataque contra el partido pero con argumentos, con razones, sin caer en el juego de las descalificaciones, por lo que resultó factor vital para proyectar la imagen nacional que contribuyó al triunfo de cada elección ganada en el país en los últimos años por parte de la tan citada “oposición responsable” a la que tantas veces se refirió la política tlaxcalteca.

Así es que como todo indica que no habrá mesura ni cambios en los próximos meses en este tema y sus actores, mientras tanto habrá que buscar otras opciones o alternativas políticas para el civilizado intercambio de opiniones, de las ideas y el conocimiento que aporte y construya.

Y en los espacios de información como la televisión, el radio y la Internet, programas o temas con sustancia más provechosa, ajena a los estériles políticos que se cuelan a los escenarios nacionales y que lo único que logran es acrecentar la animadversión de los ciudadanos de todo el país hacia la política y los políticos.

Nunca pensé encontrar algo que fuera peor que las señoritas Laura y Niurka juntas, pero ahí está, la realidad supera a la imaginación.

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