Evangélico, en contra de la ley que eliminaría obesidad, porque las dietas son caras

La Asociación Ministerial Evangélica de Veracruz se pronunció en contra de la insensibilidad y falta de conciencia de los diputados locales que pretenden aprobar la Ley Para Prevenir y Atender la Obesidad y los Trastornos Alimenticios.

José Eduardo Ortiz González, coordinador regional de la AMEV dijo que las dietas alimenticias son muy caras y si los legisladores van a mantener a los niños que pongan las leyes que quieren.

Y es que durante la sesión de la diputación del pasado viernes, el legislador perredista Manuel Bernal Rivera presentó la iniciativa de Ley Para Prevenir y Atender la Obesidad y los Trastornos Alimenticios; mientras que a nivel federal ya está aprobado un marco jurídico que impide la venta de comida chatarra en las escuelas.

Por esa razón, el pastor evangélico aseveró que toda ley no se debe imponer ya que primero se tiene que concientizar y sensibilizar a la población.

Manifestó que primero se debe sensibilizar a los padres de familia para que empiecen a cambiar hábitos y viejas costumbres, “es ahí donde tiene que empezar la labor, no imponiendo leyes”.

Reiteró que las dietas son caras y ante ello, los salarios mínimos no alcanzan para que unan familia procure adquirir alimentos nutricionales, si a penas y les alcanza para comprar frijoles.

Dijo no estar en contra de las leyes, sino de la insensibilidad y falta de concientización de los legisladores.

Propuso que primero haya un plan de restauración en las familias, que se incrementen los salarios para la clase trabajadora y que se regulen las cooperativas escolares que se han convertido en el “negociazo de las escuelas”.

En otro orden de ideas, Ortiz González se pronunció en contra de la propuesta del Instituto Electoral Veracruzano de 52 millones de pesos como topes máximos de campañas para la elección de gobernador.
Expuso que en las democracias modernas los países no gastan millonadas de pesos en los procesos electorales.

“Pero aquí en Veracruz es un gran desperdicio de dinero y se llevan arrastrando muchas áreas que no han cubierto la necesidad de la población; estamos muy lejos de una democracia genuina”.