Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Ex Penal de Allende, ya sin claro dueño, se convirtió en refugio de marginados y ladrones

- Dentro del sitio abandonado, a oscuras, habitan chatarreros, drogadictos, vagabundos y ladrones

- Ni autoridades estatales ni municipales responden por el lugar; Federación también se deslinda

- Según una versión, el inmueble es propiedad del actor hollywoodense Mel Gibson

Cinthia Zúñiga Veracruz, Ver. 12/12/2018

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
Las paredes que alguna vez fueron sede del Penal de Allende, ubicado sobre la avenida Ignacio Allende, entre Francisco Canal y Hernán Cortés de la colonia Centro, se han transformado en un refugio de personas con poca solvencia económica para costearse un lugar donde vivir, así como guarida ideal de maleantes y drogadictos.

Al recorrer el Ex Penal, se puede constatar el mal estado del inmueble que además de llevar años abandonado, se ha convertido en una mina de oro para quienes diariamente rompen paredes, techos y despedazan la construcción en general para extraer la varilla y venderla como chatarra para comprar drogas o comida.

Pese a lo lúgubre del lugar, hay una pareja de chatarreros que viven en el sitio, el cual hace años fue habilitado para la grabación de la película "Atrapen al Gringo", protagonizada por el actor australiano-estadounidense Mel Gibson.



La pareja, conformada por el señor José Carmen Santos, de 57 años, e Isabel Castro, de 46 años; lleva cuatro años viviendo en un pequeño espacio del inmueble habilitado como recámara, donde tienen un colchón y algunas pertenencias.

El señor explicó que se dedican a revender plástico y metales, así como chatarra en general, con lo que logran conseguir de 70 a 100 pesos diarios para sobrevivir.

Por su parte, la señora Isabel mencionó que aunque tiene hijos mayores de edad, casados y con familia, no la ayudan, por lo que vive al día vendiendo baratijas y bombones de chocolate.



La pareja reconoció que el Ex Penal no es un lugar agradable para vivir pues por la noche ingresan decenas de maleantes que se drogan en el lugar y rompen paredes para revender la varilla.

En su habitación tienen un pequeño fogón donde cocinan, del techo colgaron un gancho para ropa con esferas navideñas alusivas a la temporada y las paredes están adornadas con stickers de The Beatles y el escudo nacional mexicano.

Mientras que en otra sección del inmueble habita el joven "Piolín" y su pandilla, que son un grupo de jóvenes que gustan de la bebida y la droga, pero que aseguran no molestar a nadie y no robar para comprar lo necesario para mantener sus vicios.



Sin embargo, se dedican a demoler parcialmente el inmueble a marrazos para extraer el acero de las varillas oxidadas.

Los habitantes del Ex Penal de Allende permanecen en la oscuridad del inmueble abandonado, sin embargo, esta situación no es grata para los ciudadanos que caminan por la zona, quienes consideraron que el espacio debería cerrarse para evitar que siga siendo una guarida de ladrones.

Cerca de este inmueble se encuentra el jardín de niños “Elena Martínez Cabaña”, cuyos padres de familia ya han ingresado al ex Penal de Allende para buscar a los maleantes, pues el colegio ya ha sido saqueado en cuatro ocasiones y temen que los ladrones vivan en el lugar.



Los padres de familia reconocieron que en ocasiones temen por la integridad de sus hijos, pues en las partes abiertas del inmueble hay vagabundos y malvivientes.

El Ex Penal de Allende fue construido en 1908 durante la época porfiriana y fue en 2010, por órdenes del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán que el lugar fue desalojado y dejó de fungir como lugar de reclusión.

Desde entonces, las autoridades estatales y municipales, durante la administración de Jon Rementería Sempé simularon una donación al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pero el inmueble actualmente no pertenece a ellos y al parecer no existe un dueño oficial.



A decir de los padres de familia del jardín de niños, la autoridad municipal se deslindó de la propiedad; y la Federación, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, también deslindándose del asunto, les respondió que el inmueble es propiedad del actor Mel Gibson.