Estudiantes de la Escuela Secundaria y de Bachilleres Oficial No. 8 "Emiliano Zapata" (ESBO No. 8) protagonizaron una manifestación este lunes, en protesta contra un maestro identificado como Mendoza, a quien acusan de presunto acoso sexual y conducta inapropiada hacia alumnas de secundaria.
Con pancartas y consignas como “Fuera Mendoza” y “Pedófilo, pederasta, fuera”, las y los estudiantes exigieron la salida inmediata del docente y denunciaron la falta de acciones por parte de la dirección del plantel y de autoridades educativas. El caso ha causado indignación tanto entre el alumnado como en padres y madres de familia, quienes presuntamente han presentado una denuncia colectiva desde el grupo 1° “D”.
Durante la protesta, los estudiantes acusaron al director de secundaria, Pedro Julián Padrón Ramírez, de minimizar el caso. Señalaron que les pidió que el asunto no saliera a la luz pública ni se interpusieran denuncias formales, lo que generó mayor molestia y reactivó las manifestaciones dentro del plantel. Según testimonios, el maestro señalado habría sido sorprendido observando material pornográfico en el aula y tocándose inapropiadamente en presencia de alumnas. Incluso se reportó que un alumno que denunció el comportamiento ante la dirección fue posteriormente intimidado y sacado del salón por el propio docente.
Además, estudiantes revelaron que hay al menos otros cuatro maestros con conductas similares y advirtieron que, ante la falta de respuesta institucional, también serán denunciados públicamente. Por su parte, el colectivo Marea Verde Totonacapan expresó esta tarde su respaldo a las y los estudiantes denunciantes y exigió la destitución inmediata del profesor Mendoza, así como la implementación de mecanismos reales de atención, prevención y sanción ante situaciones de acoso y violencia sexual dentro del entorno escolar.
“Nos solidarizamos con los estudiantes que han decidido romper el silencio y denunciar los abusos que vivieron dentro de esta institución educativa. Exigimos a las autoridades educativas y de justicia actuar con responsabilidad, perspectiva de género y derechos humanos, garantizando que ningún agresor permanezca en espacios donde debe prevalecer la seguridad y el respeto hacia las juventudes. La impunidad no puede seguir siendo el sello de las instituciones educativas. Demandamos la destitución inmediata del agresor y la implementación de mecanismos reales de prevención, atención y sanción de la violencia escolar y sexual, así como la protección de los derechos humanos de los jóvenes denunciantes y manifestantes.
“A la comunidad estudiantil: Desde nuestra labor como defensoras y acompañantes, los acompañamos, les creemos y caminamos con ustedes en la exigencia de espacios educativos libres de acoso, violencia y discriminación. Porque la educación no se construye con miedo, sino con respeto y dignidad”, suscribió el colectivo.