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Sección: V?a Correo Electr?nico

Explica Aguilar la evolución del Macuiltépetl y la necesidad del apoyo económico

-Todas las Áreas Naturales Protegidas buscan ingresos para sostener, hasta Chapultepec en el DF

-Expone el proyecto que presentó hace 18 años y la evolución lenta hasta que hoy, es un parque digno de Xalapa

Xalapa, Ver. 24/02/2011

alcalorpolitico.com

SEÑOR DIRECTOR:

Agradezco las alertas y defensa de mis amigos; nada se agradece más que la solidaridad. Sin embargo, no me opongo a las quejas ni a la denuncia anónima ni al escrutinio público ni tampoco rehuimos como grupo a la discusión, e incluso aplaudo los cuestionamientos ciudadanos porque nos hacen sentirnos observados y revisar si estamos en la ruta adecuada. Sabemos que, en ocasiones, las personas critican sin conocimiento de causa y con supuesta malicia y no tanto para causar daño sino para generar una reacción, para dejar de rascarse la cabeza y, finalmente, entender así lo que está pasando, en un proceso dialectico, de rejuego pedagógico, digamos.

Pero hace falta que las personas que realizan sus criticas vayan mas allá de sus conveniencias, intereses, filias y fobias personales y se hagan preguntas más profundas y significativas. ¿Qué es lo que me interesa de esta situación? ¿Cómo puedo desarrollar un proyecto por medio del cual puedo aportar en el desarrollo de esta Área Natural Protegida? ¿Cómo puedo hacerla coincidir con el desarrollo de mi comunidad o de mis intereses, y a la vez ofrecer algún servicio? El propio parque Macuiltépetl ha perdido en el pasado terrenos otorgados como "áreas de servicio" con valor de más de 5 millones de pesos por la falta de seguimiento a los acuerdos de la Gaceta Oficial.
Pienso que es necesario elevar la calidad del debate sobre las Áreas Naturales Protegidas, la mayoría de las cuales actualmente se encuentran inoperantes en la orfandad institucional, sin proyectos ni propuestas, sin personal sin nadie que vigile sus límites ni defienda de las invasiones y que entienda sus funciones, sin señalización, sin presupuesto ni planes de manejo y expuestas a problemas que amenazan gravemente su integridad. Así nos fueron heredadas y eso no implica que así tenga que ser siempre y esperar eternamente la llegada del Mesías.

Es decir, en lugar de debatir si se cobran tres pesos por ascender a un observatorio regional o a un museo y si se cobra o no por una foto (eso son cacahuates en realidad) deberíamos reflexionar sobre cuántos espacios públicos ofrecen servicios de calidad que se constituyan en atractivos turísticos en Veracruz y cómo podemos integrarlos al desarrollo económico y a la creación de empleos. En lugar de pensar cómo hacer disminuir los ingresos de un Área Natural Protegida, deberíamos reflexionar sobre la importancia de maximizarlos, extendiendo el potencial para la obtención de financiamiento nacional e internacional y su aplicación en fondos semilla para proyectos estratégicos que generen recursos clave para el desarrollo y protección de las Áreas Naturales.

En el libro "Making Parks Work" de John Terborgh et al (Haciendo a los Parques Trabajar) se discute la importancia de no seguir creando "Parques de Papel" que en nada sirven ni a la biodiversidad ni a la gobernabilidad y buscar alternativas imaginativas y novedosas para lograr catalizar el complejo proceso de la conservación de las áreas naturales protegidas ya existentes. La gestión es un proceso largo y complicado que no todas las personas ni grupos organizados están dispuestas a desarrollar ni a terminar.

Como parte del Consejo Estatal de Espacios Protegidos hemos propuesto la intervención de sectores diversos en las Anps como una medida no sólo de ciudadanizarlas sino de hacerlas viables !Por el amor de Dios! y convertirlas en verdaderos espacios de recreación ambiental , cada vez más urgentes y cada vez mas perentorios para las familias que quieren escapar del hacinamiento físico y psicológico de las urbes.

Desde hace 18 años le presentamos tanto al Gobierno del estado como al municipal y a la sociedad civil un "Proyecto de Parque", una idea de lo que queríamos desarrollar que se ha ido enriqueciendo, adaptando, evolucionando y mejorando con el paso del tiempo, dado que incluso las instituciones e individuos más comprometidos no habían a la fecha puesto el "cascabel al gato" para desenmarañar el manejo de las Áreas Naturales Protegidas, comenzando por alguna. Sí se puede y se tiene que poder manejar un parque como Dios manda. Seguramente los integrantes del Patronato no queríamos ver qué podría ofrecernos el Parque sino qué podríamos dar al parque porque estaba en la ruina.

También pensar en dar el siquiente paso a la descripción de la biodiversidad y aprender a ofrecerla como un producto educativo y recreativo que generase recursos para continuar la labor (ya no fuimos tan ilusos en pensar que el gobierno nos daría todo). Nosotros lo hicimos en un lugar público. Reservas como Nanciyaga, Las Cañadas o Istirincha lo han logrado con éxito en espacios privados.

Decidimos comenzar por un espacio que en aquel entonces se encontraba en pleno abandono en su infraestructura. Baños cerrados, una galería de arte abandonada, señales grafiteadas y un mirador decadente que hacía las veces sucesivas de bar, motel y baño público al mismo tiempo y ninguna publicación ni programa y mucho menos página web que sistematizara el conocimiento sobre el área y lo ofreciera al publico de manera libre.

Hoy todo ha cambiado y han confluido personas, propuestas, esfuerzos y fondos privados y públicos que en suma han mejorado el parque. Hoy el Parque genera sus propios recursos sin necesidad de cobrar el ingreso al mismo que sería tanto como castigar el deseo de disfrutar de un espacio común, de orgullo de la comunidad, de recreación ambiental, de salud preventiva , a partir de proyectos constituidos en atractivos turísticos desarrollados con años de planeación y podría perfectamente prescindir de la intervención gubernamental directa presentando informes detallados sobre aspectos generales y específicos que permitan el escrutinio de la sociedad civil, la transparencia en la información y la rendición de cuentas.

Por todo ello creemos que no sólo hemos logrado mejoras importantes en el parque al hacer las propuestas detalladas sino un autentico modelo de comanejo con una entidad civil de usuarios y expertos en uso de la biodiversidad (el Patronato) que podría replicarse perfectamente en otros parques. El Jardín Botánico Clavijero es otro caso de éxito manejado por expertos en biodiversidad, en su caso, jardines botánicos e investigación ecológica.

La pregunta es ¿Hemos privatizado al Macuiltépetl? En absoluto. Más bien lo hemos convertido en un Parque viable y atractivo por los servicios que otorga y a la vez hemos defendido la gratuidad del ingreso a capa y espada, como sucedió en 2008 ante una propuesta burda de cobrar el ingreso. La persona que no quiere no paga y así es en el 98% de los casos, e incluso alentamos a personas y escuelas de bajos recursos que pidan el servicio gratis.

Sin embargo, apelamos de manera continua a la solidaridad económica de las personas para con el proyecto de parque y la gente responde de manera afirmativa.

Como decía en la misiva anterior, la mayoría de los parques en el mundo obtienen recursos a partir de diferentes fuentes. Por ejemplo, Chapultepec obtiene recursos de por lo menos 10 grandes fuentes diferentes incluidos herpetario, lanchas, guías, etc... Los Parques Nacionales como Yellowstone incluso ofertan concesiones para empresas de servicio. En Ria Lagartos, Yucatán, las cooperativas de lancheros por 200 pesos ofrecen tours increíbles para observar los flamencos, cocodrilos y nadar en las aguas transparentes en los ojos de agua del manglar.

La reserva gana fondos y manejo de turistas y la comunidad no deja de percibir recursos. Cuando hay emergencias todos se hacen uno. Xalapa es una ciudad de parques y el punto clave de la discusión, desde mi parecer, es que estas Áreas Naturales Protegidas se conviertan, por medio de la creatividad febril, compartida, del trabajo duro y diario en sitios viables y con gobernabilidad, recursos y manejo, antes de que su fracaso las convierta en espacios propios para el desarrollo inmobiliario u otros proyectos que vayan totalmente en contra de los preceptos para los que fueron creadas: la conservación, la recreación y educación ambiental, como es finalmente el caso del Parque Macuiltépetl desde hace 31 años.


Sergio Humberto Aguilar Rodríguez