Fiel católico, Humberto Jerónimo Pérez se dedica en sus ratos libres a la reparación de piezas religiosas, oficio por el cual es sumamente conocido en toda la ciudad y que le sirve a él para expresar su pasión por la pintura y la escultura.
Sin estudios de ningún tipo, pues asegura no saber leer ni escribir, don Humberto cuenta con el don para reconstruir piezas que parecen destinadas a la basura, con delicadez moldea las formas para dejarlas como nuevas.
Aunque por un tiempo trabajó como obrero en una compañía subarrendada por Pemex, actualmente mantiene a su familia con la modesta carnicería que instaló en su domicilio ubicado sobre la calle Diez de Mayo de la colonia El Muelle.
Hasta este lugar arriban quienes necesitan de la reparación de sus figuras religiosas, principalmente de “niños Dios” o la emblemática imagen del catolicismo de un Cristo clavado sobre una cruz, en todos los tamaños.
Don Humberto comenta que principalmente trabaja con figuras de yeso, reconstruyendo las piezas que falten de la figura, además de que elimina la capa de pintura de agua que regularmente tienen las imágenes y aplica una capa de pintura de aceite.
Cabe destacar que este trabajo requiere de mucha paciencia y gran sentido artístico, pues se deben retocar los rasgos de los santos, ofreciendo ese aspecto de santidad que los destaca, lo cual para este hidrómilo resulta algo placentero de hacer.
Aunque algunos escultores aseguran que para las imágenes religiosas deben ocupar agua bendita en el yeso para lograr que las piezas peguen, Humberto Jiménez trabaja con el material de la forma más sencilla, pues el considera que su fe es lo que le permite realizar bien su trabajo de restauración.
Por figuras religiosas pequeñas cobras cincuenta pesos por su restauración, por las figuras más grandes no son más de 300 pesos los que cobra, lo cual le ha valido tener gran cantidad de clientes de todo el municipio.
Incluso ha sido contratado por la propia iglesia para reparar y dar mantenimiento a los santos ubicados en las distintas capillas de la ciudad, lo cual llena de emoción a este ferviente católico, quien mostró a este medio informativo el altar que diseñó el mismo para guardar algunas de sus figuras más preciadas.