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Universidad Anahuac

Sección: Estado de Veracruz

Falla geológica acabó por desaparecer el sobreexplotado río Atoyac

- Sistemas de riego, concesión al ingenio “El Potrero” y descargas de aguas negras lo tienen agonizando

- Talamontes destruyen bosques; saquean piedra con dinamita y destruyen los veneros

- El alcalde Agustín Mollinedo quizás acertó al declarar que “la naturaleza se está cobrando la factura”

Benito Ju?rez Ram?rez/Especial Atoyac, Ver. 04/03/2016

alcalorpolitico.com


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El río Atoyac, desde el momento que CONAGUA -1964- autorizó la concesión al Sistema “Alfredo V. Bonfil” para aprovechar el agua e irrigar 7,500 hectáreas y abastecer al ingenio “El Potrero” para el procesamiento de la caña de azúcar, dejó al río herido de muerte.

Pero con esta falla geológica, prácticamente el río está muerto. Al caminar por las riberas de este afluente, lo único que se puede observar son balsas espumosas, donde gente inhumana trató de aprovechar el momento para encalar y pescar el poco pez que hay.

Sólo se escucha el cantar de los pájaros, las urracas, el trillar de las popoxcalas; en lo alto del cerro las chachalacas, como si imploraran a Dios que la CONAGUA le regrese el vital líquido a este afluente.



Sin bien es cierto que existen algunos escurrideros que bajan del canal del Sistema de Riego y que hacen que en la parte baja fluya muy lentamente el agua, no es suficiente para alimentar este afluente, que más abajo recibe las descargas de las colonias de Potrero y que a este río lo convierten en un drenaje a cielo abierto.

A estas descargas se suma el ingenio “El Potrero”, que arroja su vinaza y a veces cachaza, acabando con los peces y langostinos.

Ante la noticia de este suceso, de que una falla geológica se traga el río, a la altura del cerro conocido como “Cola del pato”, la gente de Potrero y otros poblados cercanos, entre ellos señoras, llevando a los niños de la mano, se les vio llegar brincando entre las piedras sin medir el peligro.



Un viejecito como de 80 años, con el garrote en la mano, nunca se imaginó que a su edad regresaría a estos lugares.

Pero sacando fuerzas quién sabe de dónde, lo hizo porque no quiso perderse la película y estar presente; quizá recordar lo que de joven aquí nadó y disfrutó de tan abundante agua en esos años; hoy es tristeza e incertidumbre.

De acuerdo a informes del Sistema de Riego “Alfredo V. Bonfil”, el contrato que tienen ante la CONAGUA es de 4 mil litros por segundo; sin embargo, su presidente, Enrique Valdivia, en su momento dijo que de diciembre del 2014 al mes de febrero del 2015, la captación era de 3,800 y en la época de estiaje, baja hasta 3 mil y 3 mil 200 litros por segundo.



El Ayuntamiento informó que el río Atoyac en la parte baja hasta antes de que se vaya el agua a esta socavación, es de 5 litros por minuto, cuando según comuneros, existe un acuerdo de que del 100 por ciento del agua de este afluente, la CONAGUA les iba a dejar el 10 por ciento para el río; agua que nunca llegó.

Hoy, sólo son escurrideros, que son los que se están yendo a esta caverna que cada vez se está haciendo más grande y que es la preocupación de las autoridades municipales y de la gente.

Las palabras del alcalde Agustín Mollinedo, quizás son las más acertadas, porque dijo que resultado de esto es porque la naturaleza se está cobrando la factura; porque en la parte de la montaña, desde las faldas del Pico de Orizaba hasta donde nace el agua, en la comunidad de Ojo de Agua Grande, la tala inmoderada no cesa.



Lo más grave, es que con sólo caminar por estas montañas, se escuchan las sierras de los talamontes; pareciera que tienen todo el permiso de las autoridades o la corrupción nuevamente se hace presente.

Esto hace que los glaciares del Pico se estén esfumando; pero a esto se suman las empresas que se dedican a explotar la piedra, acaban con el bosque y, al meter dinamita, tapan los veneros y acaban con los nacimientos de esta zona.

La Cuenca del río Atoyac amenaza cada vez más con desaparecer, porque los gobiernos se aferran a seguir explotando el agua, como son los proyectos Miguel Hidalgo y Bandera Blanca, por el que ambientalistas se han opuesto y han levantado la voz ante el organismo de la Asamblea de los Pueblos; mismos que han expuesto este problema en los foros nacionales e internacionales.



Mientras tanto, geólogos de la CONAGUA realizan los estudios para saber las causas de este socavamiento que tiene preocupados a los pueblos, a las autoridades; pero que además, exigen a la Comisión Nacional del Agua, les regrese parte de lo que se lleva el Sistema de Riego “Alfredo V. Bonfil”.