La falta de regulación y operativos permanentes, ocasionó que la autopista Puebla-Orizaba registre múltiples factores de riesgo en la que se ven involucrados conductores particulares y del servicio público federal, con saldo de lesionados, muertos y daños materiales.
Integrantes de la AMOTAC han señalado que el paso de camiones doble articulados se ha expuesto siempre como un factor de riesgo, en tramos de pendientes y curvas.
Y es que el peso de la carga y la velocidad difícilmente se puede controlar, ante un frenado de emergencia, señaló Cristóbal Andrade Gómez, chofer con 22 años de experiencia.
El no respetar la velocidad, señala personal de CAPUFE, en sus partes de accidente, es otro factor de riesgo, pues a este se le atribuyen las volcaduras y choques por alcance, como el ocurrido la tarde del jueves, donde el conductor de una camioneta pick up, quedó prensado en la cabina, tras ser embestido por el conductor de un tractocamión.
Las malas condiciones de algunos tramos de la autopista se convierten en otro factor de riesgo, -coinciden conductores particulares- al no ser atendidos de manera eficiente por las empresas subcontratadas por CAPUFE, pues a lo largo del año se registran cierres parciales por reparaciones.
Destacan también de acuerdo con peritajes de la Guardia Nacional División Carreteras, las descomposturas de unidades antiguas que no están en condiciones de circular y que ponen en riesgo la seguridad de otros conductores.
Se han detectado fallas en el sistema eléctrico que derivan en incendios, fallas en el sistema de frenado y descomposturas de partes mecánicas tanto en vehículos del servicio público federal, como de particulares.
Por lo anterior, señalan que debe existir mayor regulación y supervisiones, pues se trata de preservar la integridad de quienes por ahí circulan.