Familias de Rafael Lucio perdieron todo, tras tormenta del domingo

Casi una veintena de personas lo perdieron todo, en el municipio de Rafael Lucio, después de la tromba que se registró ayer domingo; aunada a un escurrimiento que baja de Acajete y que arrasó con las pertenencias de al menos siete familias.

A pesar de los daños graves que sufrieron estas personas, el alcalde Allan Libreros (del cual no sabían ni el nombre), no ha hecho presencia y sólo les mando colchonetas y cobertores.

De acuerdo con los afectados, la precipitación de ayer fue atípica, ya que sólo llovió una hora, pero cayó una cantidad de agua impresionante, al grado de que la corriente arrastró vehículos, rompió puertas e hizo flotar los refrigeradores.



Acusaron los agraviados que al momento de observar la gravedad de la situación llamaron al 911 y llegó Protección Civil, pero cuatro horas después y sólo para tomar fotografías y retirarse; no les dieron el más mínimo apoyo. Por fortuna, como sucede en estos casos, la solidaridad se hizo presente y sus vecinos se organizaron para auxiliar a cuatro de estas familias.

A casi 24 horas de que cayera la torrencial lluvia, los afectados continúan limpiando sus viviendas; la mayor preocupación es que el agua que bajó proviene de un criadero de cerdos, de ahí el fétido olor a excremento, que podría generar un serio problema de salud.



Una de las señoras dijo que después de vivir en esa zona por más de 47 años, es la primera vez que les ocurre un hecho de tal magnitud. En medio de ropa enlodada, electrodomésticos y muebles inservibles, contó que las autoridades les dijeron “que iban a ver en qué les podrían ayudar” y confirmó que no ha recibido nada más que colchonetas y cobertores, aunque no pudieron dormir por la preocupación y por tratar de recuperar algunas pertenencias.

Afortunadamente, no hubo pérdidas humanas que lamentar, aunque consideran que esto fue porque la lluvia cayó en la tarde, es decir, si hubiera ocurrido en la noche o madrugada, mientras dormían, quizá la situación hubiera sido peor.

Se quedan sin fuente de ingresos



Por su parte, a la familia Alba le fue peor, pues con la lluvia les llegó una verdadera tragedia, dado que perdieron todas sus herramientas de trabajo, entre refrigerador, motosierra y todo lo que utilizaban para el expendio de carne que tenían al frente de su casa.

El agua, en su caso, subió hasta alcanzar un metro y medio de altura; no sólo se quedaron sin una fuente de ingresos, sino que además perdieron otros enseres, como estufa, camas y casi todo lo que tenían para vivir.