La fiscal general del Estado, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, arribó de manera sorpresiva a las instalaciones de la Fiscalía Regional de Córdoba en la Calle 9 y Avenida 9, donde realizó una serie de ajustes internos y sostuvo reuniones privadas con mandos y personal, como parte de una gira de trabajo no anunciada previamente.
La llegada de la funcionaria se realizó bajo un fuerte dispositivo de seguridad, lo que llamó la atención tanto de empleados como de ciudadanos que se encontraban en la zona. Durante su estancia, se mantuvo el hermetismo sobre los cambios efectuados y los temas abordados al interior de la dependencia.
Al concluir su visita, la fiscal general fue abordada por los medios de comunicación que buscaban conocer los motivos de su presencia y los ajustes realizados; sin embargo, evitó dar declaraciones y se retiró de manera apresurada del inmueble.
Únicamente alcanzó a señalar que se trataba de una gira de trabajo, sin abundar en detalles, lo que generó expectativa en torno a los cambios implementados en la Fiscalía Regional de Córdoba y su posible impacto en la operación de la institución.