La Fiscalía General del Estado (FGE) notificó a la concubina de una persona desaparecida que los restos de su ser querido fueron hallados en las fosas clandestinas del predio “La Guapota”, en Úrsulo Galván, aunque también le informaron que el cadáver “había sido identificado y entregado a sus familiares”. No obstante, hasta la fecha, dicha persona sigue sin ser localizada.
Tras dichas notificaciones, la Fiscalía General corrigió su versión y posteriormente le comunicó a la mujer que se trató de “un error de etiquetado” o en la trazabilidad de muestras. Lo anterior, de acuerdo con la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz (CEDHV), que emitió la Recomendación No. 71/2024, en la que denuncia omisiones de la Fiscalía en todo este caso.
El caso involucra a V3, quien fue sustraído de su domicilio por un grupo armado, y a sus familiares, quienes exhibieron la ineficiencia y contradicciones de la FGE en la identificación de restos humanos. En la recomendación, la CEDHV sostiene que la Dirección General de Servicios Periciales (DGSP) no cumplió con los lineamientos del Protocolo Homologado de Investigación para los delitos de desaparición forzada.
"Durante la diligencia de notificación, no se encontraba presente ni el Agente del Ministerio Público (AMP) ni el Personal Especializado en Atención Psicosocial (PEAP)", expone el documento, refiriéndose a la ausencia de personal capacitado en la notificación de hallazgos a familiares de desaparecidos.
Notificaciones contradictorias
El 26 de septiembre de 2019, V4, concubina de V3, fue informada de una coincidencia genética entre su pareja desaparecida y restos localizados en “La Guapota”. Sin embargo, la FGE le notificó que dichos restos ya habían sido entregados a otros familiares, causando confusión y angustia en V4, quien señaló que “no le encontró sentido alguno a lo que le estaban tratando de comunicar”.
Posteriormente, en marzo de 2021, la DGSP justificó la situación indicando que el error se debió a una equivocación en el etiquetado de muestras de ADN. En una comparecencia en junio de 2021, la FGE cambió la versión e indicó que el perfil genético provenía de un raspado de uñas, sin evidencia de que el cuerpo de V3 hubiera pasado por el laboratorio de la DGSP.
Victimización secundaria
La CEDHV advierte que las inconsistencias de la FGE generaron un proceso de victimización secundaria en los familiares de V3, derivado de “la respuesta indebida de las instituciones públicas”. V4 relató que la situación ha impactado profundamente a su familia, mencionando que su hija se muestra confundida y aislada desde la primera notificación. “Mi hija me dice: mamá, ¿por qué lloran?”, declaró V4 en su queja.
La recomendación de la CEDH exige una reparación integral que incluya atención médica, psicológica y social para V4 y sus hijos, además de una compensación proporcional al daño moral y material sufrido. La CEDHV también instó a la FGE a realizar una capacitación efectiva de sus servidores públicos en protocolos de desaparición y a evitar futuras acciones de revictimización en casos similares; sin embargo, la recomendación no fue aceptada por el organismo bajo el mando de Verónica Hernández Giadáns.