Fortaleza de San Carlos, el coloso que defendía la costa central del Golfo de México

Con 8 hectáreas y media de construcción, la Fortaleza de San Carlos, ubicada en el municipio de Perote, se edificó para servir de respaldo a la fortaleza de San Juan de Ulúa hacia el siglo XVIII, un coloso armado que defendía la costa central del Golfo de México.

Este sitio fue nombrado así en honor del rey de España, Carlos III, quien ordenó construir una fortaleza tierra adentro para auxiliar al fuerte de San Juan de Ulúa y del puerto de Veracruz, en caso de invasión por parte de los ejércitos extranjeros, enemigos de la corona española. En ese tiempo, Inglaterra era una amenaza que tenía cercados los dominios del imperio español en América.

El rey decidió elegir este espacio que sirviera de pertrecho militar, resguardo de alimentos, semillas y pólvoras, justo en los llanos de Perote.

Este lugar era idóneo debido a su clima frío y seco, además de contar con la protección de la montaña, parte de la Sierra Madre Oriental.

En 1770 se inicia su construcción y se terminó en 1776, posee una forma de estrella de cuatro puntas, que son los baluartes de la corona, con una construcción de castillo catalán en la llanura porteña.

Durante el gobierno republicano de Guadalupe Victoria, siendo ministro de guerra don José Joaquín Herrera, ilustre porteño, nace formalmente el Heroico Colegio Militar con el manejo de las tres armas que integran el ejército: infantería, caballería y artillería.

La Fortaleza fue semillero de los primero militares que dieron origen a la Marina Nacional o Armada de México, así como el primer sepulcro del presidente de México, Guadalupe Victoria.

También sirvió como centro de reclusión del ideólogo Fray Servando Teresa de Mier así como del poeta Emilio Rey.

Para el siglo XX, se utiliza como presidio y refugio de revolucionarios, soldados yankees, así como refugio de 400 españoles durante el exilio de 1939.

Durante la Segunda Guerra Mundial, fueron recluidos seis japoneses, veintiséis alemanes y trescientos cincuenta italianos.

En 1863 se intentó volar el castillo para que no lo usaran los invasores, colocando muchos quintales de pólvora pero al hacer explosión, quedó intacto.

Para 1949, por sus características, se usó como Centro de Readaptación Estatal, hasta 2007, trienio donde se decidió desocuparla y empezar las labores de limpieza y restauración.

Hoy fue declarada como Patrimonio Protegido por la UNESCO y se espera continuar su renovación para poder aspirar a que sea declarada Patrimonio de la Humanidad.