La noche de este miércoles el actor y maestro cordobés Francisco Beverido, reconocido personaje de Xalapa, encabezó un conversatorio artístico en el recinto cultural independiente Jaco Jazzy Café.
Titulado "Francisco Beverido: con él, contra él, pero no sin él", esta charla recorrió varios pasajes en la vida del académico de la Universidad Veracruzana, cuya trayectoria es una pieza importante para el desarrollo del teatro local y nacional, pues la Compañía Titular de Teatro UV donde es miembro, que este 2023 celebra su 70 Aniversario, es la agrupación más longeva de todo el país.
Francisco Beverido narró algunas anécdotas de su juventud, donde nació su incansable devoción a las artes escénicas. De acuerdo con su relato, fue por influencia de un tío aficionado a esta práctica artística.
Para este hombre de teatro, cuenta el protagonista, el deseo de ser actor germinó desde muy temprana edad; veía en las artes escénicas un modo de explicarse el mundo, por lo que naturalmente quiso perseguir su pasión y a la edad de 14 años optó por mudarse a Xalapa, la capital del Estado, campo fértil para el desarrollo de potenciales artistas. En esta ciudad ingresó a estudiar en la escuela “Antonio María de Rivera”, que en aquellos tiempos fungía como secundaria.
Al llegar a "la ciudad de las flores", Beverido se encontró con un ambiente rodeado de intelectuales de elite como Sergio Galindo, Francisco Bravo Garzón y otros grandes nombres de la Universidad Veracruzana que al día de hoy son un referente.
En sus tiempos de estudiante, la vocación de Beverido le hizo proponer en su escuela un taller de teatro, donde buscaba estrenar un transgresor montaje inspirado en la figura de Elektra, cuyo resultado fue fuertemente criticado por el ambiente conservador de su época y su institución.
El tiempo pasó y el reconocimiento de Beverido fue en ascenso, por lo que a la entrada de Fernando López Arias como nuevo gobernador del Estado, además de la llegada de un nuevo rector de la UV en turno, el actor fue buscado para ingresar a la Compañía Titular de Teatro, que para ese entonces quedó a cargo de Manuel Montoro, otro grande de las artes escénicas.
Fue en este periodo que la actividad del joven Francisco alcanzó prestigió nacional, cuyo nombre resuena hasta en la actualidad y refleja la privilegiada atmósfera cultural propiciada por la vieja guardia xalapeña, dejando huella hasta nuestros días.
Finalmente, Beverido expresó que él no tenía idea ni deseo de que alguna vez pudiera ser un reconocido maestro, pero fue el destino y su compromiso con el mundo del teatro de lo que inevitablemente lo llevó por este camino, donde ahora y a través del Centro de Documentación Teatral independiente que fundó, se dedica a fomentar la prestigiosa práctica artística con las nuevas generaciones, procurando siempre no dejar morir esta tradición única que dota de un prestigio especial a la ciudad.